La titular del Valedor do Pobo, Milagros Otero, advierte de que "nunca será una figura decorativa" y que defenderá siempre la independencia de la institución. Otero emplazó, en una entrevista concedida a la Cadena SER, a quien tenga una opinión contraria a leer los informes de sus actuaciones para constatar dos cosas: "que hay más actuaciones contra el partido de gobierno y que las quejas idénticas "se resuelven de igual manera".

En ese sentido, aclara que son instituciones gobernadas por el Partido Popular contra las que se abren un mayor número de expedientes, pero solo por el hecho de que la formación tiene mayores responsabilidades de gobierno. "Cualquier valedor tiene que pelear más con el partido que está en el gobierno porque tiene mayor responsabilidad", insistió.

La valedora reconoció que se ha dado una falta de entendimiento con el Ayuntamiento de Santiago sobre la manera de tratar el problema de las personas que viven en la calle, en el entorno de la zona monumental. El alcalde compostelano, Martiño Noriega, le acusó a Milagros Otero de actuar de forma partidista, defendiendo la postura del Partido Popular durante el conflicto por destacar en su informe la situación de "difícil convivencia" entre las personas sin techo y los titulares de negocios en la zona vieja de la capital gallega. Otero admitió que le dolieron esas acusaciones y, en su opinión, comportamientos de ese tipo son "salidas fáciles que hacen daño porque dañan la institución".

La titular del Valedor do Pobo explicó que en la mayoría de las ocasiones las respuestas a sus actuaciones de las instancias requeridas la dejan insatisfecha. Cita casos como los atascos en los peajes de la autopista AP-9 en verano, porque Audasa siguió cobrando a los usuarios, o la situación de los pensionistas gallegos en Venezuela que, después de cotizar, no pueden cobrar sus pensiones. "La filosofía del Valedor do Pobo es no conformarse", afirmó.

En lo que sí tiene grandes esperanzas puestas es en el reglamento de la Ley de Inclusión Social que regula los derechos y los recursos para las personas en riesgo de exclusión social. Entiende que el nuevo reglamento evitará burocracia, con lo que los tiempos de respuesta serán más breves y mejorará la situación de esas personas.

Este año, la institución que dirige ha recibido más quejas que en 2016. En su opinión, el incremento del número de expedientes es un síntoma de salud democrática.