-¿Qué ocurre en la provincia de A Coruña para que se mantenga a la cabeza de la accidentalidad viaria, con más del 40% de los fallecidos en las carreteras gallegas?

-Es una provincia con una mayor movilidad diaria por las sedes administrativas, lugares de ocio y entretenimiento, centros comerciales... Por tanto, mayor probabilidad de verse implicado en un accidente.

-La madrugada del 1 de enero es la más peligrosa en las carreteras. A los que salgan esta Nochevieja y tengan que desplazarse, ¿qué les aconseja?

-El mensaje es sencillo. Transporte público o la figura del conductor alternativo. Los conductores deben invertir en su seguridad. Dentro el presupuesto que cada uno maneja para la fiesta, ganada y merecida para todo el mundo, que incluyan lo que van a dedicar a transporte. Porque al final invierten en su vida, su seguridad y la de los demás. En estas fechas, hacer las cosas bien no es suficiente. Hay que estar pendiente del comportamiento de los demás.

-¿Hay concienciación tanto entre los más jóvenes como en el colectivo de personas mayores de los riesgos en carretera si no se actúa de manera segura y con responsabilidad?

-El entorno tiene un papel fundamental. Cuidemos a nuestros jóvenes y a nuestros mayores. A una persona mayor no podemos dejarla que salga de cualquier manera [debe ir provisto de prendas reflectantes en los momentos de escasa luminosidad], al igual que no podemos dejar que nuestros jóvenes salgan el día 1 de cualquier manera, tenemos que hacernos muchas preguntas: saber con quién va, si beben o no, en qué coche viajan, a dónde van o de dónde vienen. Hay que tener una labor de educación por parte de familiares y amigos, hacia el mayor y hacia el joven. Una cosa es ser mayor de edad, y otra que puedan hacer lo que quieran y que nosotros no tengamos capacidad de autoridad alguna para evitar que comentan infracciones al volante.