El temporal dejó ayer más nieve en gran parte de la montaña de Lugo y de Ourense. Alguna carretera cortada, otras vías en las que fue necesario circular con mucha precaución y más de 150 alumnos sin clase por las nevadas fueron algunos de los efectos del temporal que azotó Galicia en las últimas horas.

El litoral gallego estuvo en alerta por olas de hasta cinco metros. Los vientos de fuerza siete que soplaron con fuerza en toda la costa y dejaron rachas máximas de 94,7 kilómetros por hora en Punta Candieira (Cedeira); 83,9 en Malpica; 81 kilómetros por hora en Viveiro y 74,5 en la isla de Sálvora.

Hoy, una nueva borrasca volverá a activar el aviso amarillo en la costa gallega. A partir de las 15.00 horas están previstas rachas de más de 80 kilómetros por hora y vientos del sur de fuerza siete. La previsión para el fin de semana será similar al del sábado y domingo pasados.

Aunque hoy no se prevén lluvias, llegarán por la noche y serán intensas hasta la madrugada del sábado. La cota de nieve seguirá en mil metros y habrá "chubascos intermitentes", según la meteoróloga de MeteoGalicia, María Souto.

La circulación en Alto de O Cebreiro a lo largo de 21 kilómetros estuvo cortada al tráfico de camiones y vehículos articulados ayer debido a las nevadas, que alcanzaron su mayor intensidad durante la noche del miércoles al jueves, según la información que figura en la web de la DGT -en ambos sentidos tiene restricciones de circulación-.

El alto de Xares, en A Veiga (Ourense) registró la temperatura más baja, con -4,8 grados, en el alto de O Cebreiro la temperatura mínima registrada fue de -2,3 grados; mientras que en Os Ancares, en el municipio de Cervantes, fue de -2,4 grados. Más frío se registró todavía en Cabeza de Manzaneda y Carballeda de Valdeorras, con -4,1 grados.

También por la nieve se quedaron sin colegio casi 160 niños en Lugo y Ourense, según datos de la Consellería de Educación. La provincia más afectada ha sido la de Lugo, en donde un total de 153 alumnos y seis centros escolares se vieron afectados o bien porque el transporte escolar no pudo circular o bien porque ellos mismos no se podían desplazar debido a la nieve.

En cuanto a las precipitaciones, los medidores de la localidad lucense de Pol recogieron 10,5 litros por metro cuadrado, similares a los 10,4 l/m de Monfero. Le siguen en la tabla de chubascos Viveiro (9,5), Melide (9,4) y Guísamo (8,4).

Pese a la alerta por olas de más de cinco metros, algunos barcos de bajura se animaron a salir a faenar cerca del puerto base. En Aguiño, por ejemplo, sí salió el marisqueo a flote, mientras que en Ares y en Cedeira el "muy mal tiempo" ha hecho que la faena de artes menores no haya podido hacerse. En Fisterra salieron algunos barcos porque la situación ha estado "un poco mejor", pero no toda la flota y, en todo caso, "en la ría, pegaditos a puerto".