Podemos se integrará sin siglas en las mareas de las autodenominadas alcaldías del cambio, las ciudades de A Coruña, Santiago y Ferrol. Retener esos bastones de mando es prioritario para este espacio político como muestra de su resistencia al desgaste de la gestión y a las tensiones internas.

En el resto de ayuntamientos, el partido morado adaptará su fórmula de concurrencia a las elecciones municipales de 2019 a cada caso, aunque con una premisa clara: la dirección gallega coordinará la actividad de sus cargos para que se ajusten a su proyecto y directrices, un cambio respecto a la integración individual en las mareas de sus miembros en los comicios de 2015, a los que formalmente Podemos no se presentó como partido.

Estas líneas centrales fueron puestas sobre la mesa ayer durante la reunión del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, en el que reapareció su líder, Pablo Iglesias, al margen de la actividad pública desde las elecciones catalanas.

Al margen del esperado discurso de Iglesias, la estrategia de cara a la cita con las urnas el próximo año -municipales y autonómicas salvo en las nacionalidades históricas- era un punto clave. Iglesias reconoció que negociará las alianzas en cada territorio. La concreción de las condiciones para sellar los acuerdos saldrá de las reuniones que mantendrán las cúpulas autonómicas. La primera se celebrará la semana próxima.

Iglesias reconoció los errores cometidos por su partido, especialmente en Cataluña, pero destacó los logros de una formación nacida en 2014 y que es tercera fuerza en el Congreso. Ahí citó como ejemplo las alcaldías de A Coruña, Madrid, Barcelona y Cádiz, todas ellas en manos de confluencias. "2018 debe ser el año para construir el cambio. No podemos hacerlo solos, tenemos que reforzar las alianzas del espacio político del cambio y el grupo parlamentario", expuso el líder de Podemos. En declaraciones a los medios fue más claro: "Mi posición es clara, la unidad nos hace más fuertes y vamos a seguir trabajando por ella, siendo generosos. Cuando lideras, estás en la obligación de ser generoso".

En Galicia eso se traduce en un apoyo, vía integración, a Marea Atlántica, Compostela Aberta y Ferrol en Común, pero en el resto de mareas urbanas y municipales se negociará la alianza. Además de la anterior, existen la fórmula coalición -con las siglas de Podemos visibles- e incluso de presentarse en solitario.

Las direcciones territoriales de Podemos analizarán cómo garantizarse la disciplina interna de los militantes que se incorporen a las mareas y resulten electos, pues sobre el papel se deberían a su confluencia y no a Podemos. Esta problemática ya ha generado fricciones a nivel autonómico con En Marea por la cesión salarial de diputados.