Adif garantizó ayer una inversión de un total de 4.029 millones para terminar las obras del AVE entre Madrid y Galicia en 2019. En un comunicado, Adif sale al paso ante las dudas expresadas por diferentes voces sobre la conclusión del tren de la alta velocidad por la no aprobación de los presupuestos del Estado.

En este sentido, asegura que "el hecho de que algunas actuaciones no estén adjudicadas no afecta a la culminación de la alta velocidad en el plazo previsto". "El factor presupuestario tampoco es obstáculo para cumplir lo prometido, ya que la planificación financiera de Adif le permite conseguir fondos para el desarrollo de sus proyectos a través de distintas fuentes independientemente de la aprobación los PGE", asevera.

De este modo, Adif señala que este presupuesto de más de 4.000 millones incluye también las obras de la variante de Ourense, así como de la estación intermodal en la ciudad de As Burgas. Asimismo, garantiza que en el último trimestre de 2019 empezará la fase de pruebas de los trenes de alta velocidad entre Pedralba (Zamora) y Ourense.

Horas antes de que Adif emitiese el comunicado sobre su compromiso con el AVE, el grupo socialista de la Diputación de Ourense pedía al administrador ferroviario que dejase de "incumplir" los plazos anunciados para la llegada del AVE a la estación de la ciudad de As Burgas. "El PP y Adif están incumpliendo el cronograma de las obras, calendario que ellos mismos hicieron oficial en el Diario de la Unión Europea", sentenció el portavoz provincial del PSOE, Francisco Fraga, al tiempo que situó la conclusión de la línea en "2023 o 2024".

Según el calendario, la conexión de la línea de alta velocidad y el viejo trazado ferroviario en Taboadela "debería estar en obras en el último trimestre de 2017 y actualmente no está ni adjudicado". Además, advertía de que "tampoco se sabe nada" del último tramo de 17 km de la línea, puesto que, según la formación, "tiene todos los trámites ambientales acabados y, por lo tanto, podrían ser licitadas las obras de inmediato".