Los municipios que se encuentren a un radio máximo de 45 kilómetros del complejo de la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama) en el concello coruñés de Cerceda podrán adherirse a la nueva planta de compostaje por un plazo máximo prorrogable de cinco años. Así se recoge en las condiciones de adhesión que la Xunt publicó ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOG) para los ayuntamientos interesados en sumarse a la nueva planta de compostaje industrial, construida en el vertedero de residuos no peligrosos de Areosa, también en Cerceda.

La resolución regulará el protocolo de uso de la instalación, que será destinada a los desechos orgánicos procedente de los programas municipales de recogida selectiva de residuos.

El objetivo de estas instalaciones es que los ayuntamientos cuenten con los medios necesarios para alcanzar los "beneficios ambientales, económicos y sociales" del autocompostaje, que reduce las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y además disminuye la factura a pagar a Sogama. Según explican desde la Xunta, se incrementan las porcentajes de recuperación en la línea de los objetivos europeos, nacionales y autonómicos de reciclaje.

La cantidad percibida por los ayuntamientos será de 45 euros -con actualizaciones anuales al IPC- por tonelada de materia orgánica que recogerán. Además, las condiciones de adhesión contemplan un máximo del 15% de desechos no orgánicos, un límite "para que la instalación pueda operar con garantías" para que, por tanto, el compost obtenido sea de "calidad" y apto para ser aplicado en la agricultura sin restricciones.

Las partidas que incumplan este requisito se derivarán al proceso de tratamiento común de residuos y se comunicará la decisión al concello de procedencia, además de facturar los residuos en base al canon que se emplea para la bolsa negra.