Las lluvias con las que arrancó enero y las recientes nevadas han permitido desactivar la alerta por sequía en gran parte de Galicia. Los embalses que abastecen las ciudades de las zonas de costa, gestionados por la Xunta, se encuentran al 72,83% de su ocupación, unos niveles que suponen 3,4 puntos más que hace un año -entonces estaban al 68,68%- y casi un 5% más que las reservas registradas entonces -46,32 hectómetros cúbicos almacenados frente a los 44,14 de enero del año pasado-.

Estas precipitaciones llevaron las semana pasada a la Oficina da Seca, compuesta por personal de la Consellería de Medio Ambiente, Medio Rural, MeteoGalicia y la Axencia Galega de Emerxencias, a rebajar en 12 de las 19 cuencas de la demarcación Galicia-Costa el nivel de alerta a prealerta. Entre las siete zonas que siguen en riesgo alto por escasez de agua están las comarcas de A Coruña y Betanzos.

De hecho, Cecebre es el embalse con los niveles más bajos de la cuenca de titularidad autonómica, con una ocupación de poco más del 60,41%, según el último boletín hidrológico de Augas de Galicia. En el extremo opuesto de la tabla de reservas en los embalses de la cuenca Galicia-Costa está el de Pontillón de Castro, que abastece a la ciudad de Pontevedra, y que ya se encuentra al 100%. Le sigue de cerca Baiona (93,63%).

Con unas reservas también por encima del 80% se encuentran Zamáns (80,02%), en Vigo; Forcadas (80,98%), en Ferrol, y Vilagarcía (86,49%). Junto con Cecebre, la presa de Caldas de Reis (63,77%) también registra valores por debajo de la media de la alcanzada esta semana en la cuenca. En relación a la ocupación que tenían hace tan solo una semana los nueve embalses de abastecimiento de Galicia-Costa , las reservas caen entre uno y seis puntos en cuatro: Cecebre, Eiras (Vigo), Caldas y Vilagarcía. Los mayores aumentos se alcanzan en Zamáns y Beche (Abegondo), con una ocupación diez puntos más alta.

Dos meses más de lluvia

Si en los próximos dos meses llueve como lo ha hecho en las últimas semanas, los técnicos darán por normalizada la situación en la comunidad, que arrastra ya seis estaciones consecutivas de déficit hídrico. Se pondrá así un punto y aparte a la sequía de 2017, calificado de "muy seco" por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y que se convirtió en el tercero con menos lluvias desde que hay datos.

En todo el año pasado, la comunidad gallega registró una precipitación media anual de 945,9 litros por metro cuadrado, lo que supone un 33% por debajo de los 1.408,3 l/m2 , que es el valor considerado normal. En 2007, el nivel de lluvias se quedó en 912,2 litros por metro cuadrado y en 1953 no llegó a 919. Con los datos de noviembre se iba a ser el año más seco, pero diciembre marcó el cambio de tendencia", según advertían al arranque de este año desde la Delegación de la Agencia Estatal de Meteorología.