Desde Augas de Galicia confían en que la mayoría de los particulares cumple con su obligación de solicitar el permiso de la Xunta para abrir un pozo. En todo caso, tal y como informan desde Medio Ambiente, se está "haciendo mucho hincapié en esta cuestión" a través de las redes sociales y de la web de Aguas de Galicia para evitar que, por desconocimiento, se ignore esta obligación legal.

No declarar un pozo particular acarrea sanciones de hasta 30.000 euros, si bien desde el departamento de Beatriz Mato aclaran que normalmente las multas son de menor cuantía y solo se aplica el máximo cuando las consecuencias de no haber informado a la Xunta "son muy importantes". Al solicitar la apertura de un pozo particular los pozos deberán pagar unas tasas, que rondan los 16 euros, y presentar un análisis químico y bacteriológico para acreditar que el agua es apta para el consumo humano. Augas de Galicia exige además que se mantenga ciertas distancias respecto a otros aprovechamientos de aguas. Como regla general no se podrán abrir pozos a menos de 50 metros de otras captaciones, que se ampliará a 100 metros si se prevé extraer un volumen de agua superior a los 7.000 metros cúbicos con un caudal instantáneo de más de un litro por segundo.