Las bases del PSdeG decidirán los pactos de gobierno posteriores a las elecciones municipales de 2019, pero solo si las direcciones superiores del partido autorizan la consulta. Así, la cúpula de Pedro Sánchez pretende evitar que el mayor poder de la militancia se traduzca en acuerdos a nivel local en contra de sus directrices. El reglamento que desarrolla los estatutos del PSOE aprobados en el último congreso federal, en el que Sánchez fue ungido secretario general tras derrotar a Susana Díaz en primarias, concede más poder a las bases, en sintonía con su mensaje tras derrotar a una rival respaldada por el aparato.

Las ejecutivas federal, autonómicas, provinciales y municipales deberán consultar a la militancia de forma "obligatoria y vinculante" sobre dos aspectos. Esas preguntas deberán hacerse "sobre los acuerdos de Gobierno en los que sea parte el PSOE o sobre el sentido del voto en sesiones de investidura que supongan facilitar el gobierno a otro partido". Las preguntas deben responderse "sí" o "no".

Con la nueva norma, los afiliados a las elecciones locales de mayo de 2019 deberían votar en casos como los sucedidos en 2015: la coalición del PSdeG con Ferrol en Común o el apoyo a las mareas en A Coruña y Santiago para que lograsen esas alcaldías. Ningún acuerdo entrará en vigor hasta su aprobación por el Comité Federal.

Pero ese aspecto queda supeditado a la autorización de Ferraz y de las direcciones provinciales y autonómicas. Ferraz también se reserva la capacidad de veto de consultas convocadas por los barones sobre aspectos de "especial trascendencia". Fuentes de la dirección del PSdeG interpretan que las consultas a nivel municipal no se celebrarán para evitar que haya agrupaciones que se salten las líneas del partido. Prevén que se celebren a nivel autonómico o provincial para fijar líneas rojas, como impedir que gobierne el PP. El nuevo reglamento incorpora otras novedades:

Menos avales. Las primarias serán el método para designar cabezas de cartel, pero se reducen los avales necesarios. A nivel estatal se pasa del 5% al 1%; a nivel autonómico; del 10% al 2%, y del 20% a nivel local y provincial; al 3% y 5%.

Candidatos urbanos. Ferraz podrá autorizar de oficio, o previa petición de la dirección autonómica, que las primarias para elegir a los candidatos de las siete ciudades gallegas estén abiertas a toda la ciudadanía. Solo los afiliados determinarán las candidaturas en los concellos de más de 20.000 habitantes. En los de menos, cualquier militante podrá proponer una lista electoral. La agrupación votará listas abiertas y elevará su propuesta a la dirección provincial. Ferraz podrá cambiarlas, como hasta ahora.

Paralizar las primarias. El reglamento socialista impulsa las primarias para que sean las bases las que elijan a los cabezas de cartel, pero fija que Ferraz pueda suspenderlas y nombrar a dedo a los candidatos autonómicos y municipales. La Comisión de Listas, "cuando las circunstancias lo aconsejen o el interés del partido lo exija", podrá suspender la celebración de primarias" a petición de Ferraz o de las ejecutivas autonómicas. En lugar de dejar la decisión en las bases, se procederá a la "designación directa" del candidato.

Un socialista, un cargo. El PSOE establece que sus cuadros "no podrán desempeñar simultáneamente más de un cargo institucional o público de elección directa", pero Ferraz podrá autorizar excepciones motivadas.

Líderes con puesto en suspenso antes de las primarias. Los líderes orgánicos que se sometan a primarias para optar a ser cabeza de lista de unas elecciones tendrán suspendidas sus atribuciones durante el proceso para garantizar la igualdad entre los rivales. Su ejecutiva asumirá sus funciones hasta la consulta. Le afectaría a Gonzalo Caballero si optase a las primarias para ser candidato a la Xunta en los comicios autonómicos de 2020.