Desde 2012, los municipios, cabildos y consejos insulares han ahorrado casi 32.000 millones de euros que no pueden reinvertir en políticas de generación de empleo o en gasto social al bloquear la ley esta posibilidad. "La paciencia de las corporaciones locales se nos agotó", manifestó ayer el presidente de la Federación Española de Municipios (FEMP) y alcalde de Vigo, Abel Caballero, al exigir al Gobierno central un mayor compromiso con la financiación de las administraciones más próximas a los ciudadanos. Caballero participó en la reunión de la Comisión de Diputaciones Provinciales, Cabildos y Consejos Insulares que celebró la FEMP en Pontevedra y no descartó "acciones más potentes para que se permita usar nuestro ahorro", ya que los municipios temen que el superávit sea usado por las comunidades. Se trata de "una situación financiera difícil", un escenario que calificó de "dramático".

El presidente de la FEMP no oculta su preocupación porque no ve "la misma atención" por parte del Ejecutivo de Mariano Rajoy "a las corporaciones locales" que a las comunidades. Muy al contrario, acusa al Gobierno central de desatender a las administraciones a las que representa y de guardar silencio sobre qué va a hacer para mejorar la financiación. Del total de superávit de los municipios, cabildos y consejos insulares, 23.500 millones están inmovilizados en depósitos bancarios.