La sangría demográfica es un problema generalizado en Galicia pero se ceba sobre todo con el interior porque la población tiende a concentrarse en la costa gallega. Y sobre todo en las ciudades y áreas urbanas como refleja el Instituto Galego de Estatística (IGE) en la última actualización de su informe Panorama rural-urbano en el que recoge que el 72% de los gallegos -casi dos millones de habitantes- se concentran en el 18% de la superficie al habitar en unos 5.300 kilómetros cuadrados. Solo las siete grandes ciudades, consideradas Zonas Densamente Pobladas (ZDP) agrupan al 36,2% de la población en un espacio de 982 kilómetros cuadrados, apenas el 3% del total. Las urbes se incluyen en esta categoría porque, por lo menos la mitad de sus habitantes reside en conglomerados con más de 50.000 vecinos.

Otro 36% de los gallegos habitan en las calificadas como Zonas Intermedias (ZIP) en las que más de la mitad de la población se decanta por áreas urbanas que superan los 10.000 empadronados y que suponen el 14% de la geografía gallega. En este grupo se incluyen 61 concellos, la quinta parte del total, sobre todo de las provincias atlánticas: el 30% de los municipios de A Coruña y la cuarta parte de los de Pontevedra.

En el primer caso, figuran como ZIP concellos del área metropolitana coruñesa como Cambre, Culleredo, Arteixo, Oleiros, Sada y Betanzos; junto con otros del entorno de Ferrol como Fene, Narón, Neda o Cabanas; y del área compostelana como Ames, Teo y Padrón. La lista se completa con Noia, Cedeira, Cee, Corcubión, Melide, Mugardos, A Pobra, Pontedeume, As Pontes, Rianxo, Ribeira, Boiro y Carballo. De Pontevedra destacan los principales destinos turísticos de las Rías Baixas como Baiona, Bueu, Cangas, O Grove, Marín, Nigrán, Sanxenxo, Tui y Vilagarcía. En Lugo, el porcentaje de Zonas Intermedias no llega al 8% con apenas seis concellos en esa situación. Se trata de Chantada, Foz, Sarria Monforte, Ribadeo y Viveiro. Los tres últimos son además ZIP alta porque más de la mitad de los vecinos están empadronados en ayuntamientos de más de 10.000 personas.

El informe del IGE evidencia que la pérdida de población se agrava en las provincias del interior. De hecho, en Ourense son solo cuatro las localidades con una densidad de 300 vecinos por kilómetro cuadrado: Verín, O Carballiño, O Barco de Valdeorras y Barbadás. Si solo el 20% de concellos son Zonas Intermedias, el 80% restante son Zonas Poco Pobladas (ZPP) porque más de la mitad de sus habitantes viven en áreas del rural, un problema que afecta a 253 ayuntamientos. En el litoral también se da este fenómeno en siete de cada diez localidades de A Coruña y en la mitad de las de Pontevedra. En el interior gallego, las zonas con una elevada densidad de población son una excepción tanto en Lugo como en Ourense y más del 90% de los concellos no pasan de los 5.000 vecinos.

De los 67 concellos coruñeses menos poblados, unas 35 no llegan a los 2.000 habitantes, entre ellos Aranga, A Capela, Curtis, Monfero, Moeche, Oza-Cesuras, San Sadurniño, Santiso, As Somozas, Vilarmaior o Vilasantar. Y de los 35 miniconcellos pontevedreses, la mitad tampoco sobrepasan este umbral y se corresponden con zonas del interior de la provincia y áreas rurales: Agolada, Campo Lameiro, A Cañiza, Cerdedo, Cotobade, Covelo, Crecente, Dozón, Forcarei, Fornelos de Montes, Oia, Pazos de Borbén, Ponte Caldelas, Rodeiro, Silleda y Vilaboa. En A Coruña las localidades con las ZPP más bajas suponen el 40%, porcentaje que en Pontevedra baja al 26%. En Lugo y Ourense el problema no es solo que el 90% de los ayuntamientos tengan menos de 5.000 vecinos, sino que el 80% está por debajo de los 2.000.