Lorena Gómez estudia un máster de dirección de empresas en Galicia. Los abuelos de esta joven venezolana emigraron en la década de los 60 desde el concello ourensano de Celanova a Venezuela "en busca de nuevas oportunidades". Su historia es similar a la de los casi 350.000 gallegos en el exterior que ya nacieron en el país de acogida de sus padres o abuelos, el 70% de los 500.000 diáspora gallega afincada en el extranjero. La estudiante forma parte del grupo de 94 descendientes de gallegos procedentes de 16 países que participan en la primera edición de las Becas de Excelencia de la Juventud Exterior para cursar este año un máster en la comunidad y que ayer recibieron sus diplomas de manos del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Con este programa, que concede ayudas de más de 7.000 euros para cubrir los gastos de matrícula, viaje y manutención, el Ejecutivo autonómico busca recuperar su población joven atrayendo a los universitarios de otros países con origen gallego con el objetivo de que decidan quedarse a trabajar en Galicia. Por ahora, las sensaciones de los becados son buenas y según Gómez, sus abuelos "tenían razón" cuando le contaban que "Galicia enamora".

Feijóo también aprovechó su intervención en el acto para animar a estos a estos jóvenes a "hacer el viaje del revés" y asentarse en Galicia para combatir así el declive demográfico de la comunidad. En los últimos 30 años, el censo en Galicia no ha dejado de menguar por el descenso de la natalidad y el aumento de la emigración, sobre todo en la última década desde la crisis. En el primer semestre del año pasado el saldo vegetativo continuó en números negativos al registrarse 7.942 muertes más que nacimientos. Pero la llegada de foráneos que se había desplomado durante la recesión dio un vuelco y en el mismo periodo arrojó un balance migratorio positivo, al llegar a la comunidad 2.087 personas más de las que salieron. A este cambio de tendencia contribuyó el repunte del regreso de retornados, que rozó en 2016 -último año del que hay datos- los 5.150, la cifra más alta de los últimos nueve ejercicios. La tercera parte son venezolanos que huyen de la difícil situación económica y política de su país. De los 94 jóvenes becados, la cuarta parte también proceden de este país.

El Ejecutivo autonómico busca priorizar ese retorno de los emigrantes, tanto de primeras como de segundas generaciones, y a través de "la Galicia exterior" ayudar a paliar "el problema demográfico que se arrastra desde los 80". Para que estos jóvenes se planteen la posibilidad' de fijar su residencia y su trabajo en la comunidad apeló "al sentimiento de pertenencia" de sus antepasados y les recordó que los gallegos fueron "los primeros ciudadanos del mundo" pero "con una unión a sus raíces sin cosmopolitismo desarraigado". En este sentido, instó a los becados de este año a "aprovechar esta larga experiencia de la emigración" y hacer el viaje a la inversa que sus padres y abuelos hacia "la mejor Galicia vista jamás", muy distinta -aclaró- de la que dejaron sus familiares cuando emigraron. Y cree que ellos pueden contribuir a que sea aún "más abierta, dialogante e internacional".

El titular de la Xunta recalcó que aquí "se ayuda a todos los gallegos que quieran volver" e insistió que el pueblo gallego sabe "compatibilizar dos identidades" y, por eso, no hay otro mejor "salvo los irlandeses y los judíos".