Feijóo mantiene la tesis de que Galicia fue víctima de "actos de terrorismo incendiario" el pasado mes de octubre, cuando en tres días ardieron casi 50.000 hectáreas y las llamas causaron la muerte de cuatro personas. La Fiscalía gallega ultima un informe sobre el origen de los focos y su autoría en el que, según avanzó este mismo mes el fiscal delegado de Medio Ambiente, Álvaro García-Ortiz, se descarta la existencia de tramas organizadas. En su intervención en el pleno, el jefe del Ejecutivo gallego matizó su posición antes de hacer público el contenido de la investigación abierta por el Ministerio fiscal, tal y como había hecho en la ola de incendios de 2006. "No es necesaria una trama para cometer un acto de terrorismo. Se puede cometer sin necesidad de contactar con nadie. Fueron actos de terrorismo incendiario. Lo reitero", alegó.

Feijóo replicó así al portavoz parlamentairo de En Marea, Luís Villares, que le afeó su "política de propaganda", en alusión a la declaración institucional que culpaba a ese "terrorismo incendiario", si bien el titular de la Xunta matizó que "nunca" usó el término trama, empleado por anteriores Ejecutivos como culpable de olas de incendios.

Villares también criticó que el Ejecutivo abonase 75.000 euros a las familias de los cuatro fallecidos en lugar de los 250.000 que les corresponderían si fuesen tratadas, dijo, como víctimas de terrorismo. "Es la primera vez que hay indemnizaciones con cargo a la Xunta en casos de víctimas de incendios", rebatió Feijóo.

Ambos cargos también se enfrentaron a propósito de la huelga de los trabajadores de Xustiza. El portavoz de En Marea acusó a la Xunta de "querer" que se mantenga el paro, esgrimiendo como motivo la suspensión del juicio "por corrupción urbanística" al exalcalde del PP de Barreiros. Feijóo reiteró su oferta económica a los sindicatos y acusó a Villares de trabajar de "enlace sindical".