Las arcas autonómicas ingresaron 144,2 millones de deuda no declarada el año pasado gracias a sus actuaciones contra el fraude fiscal, cinco millones más que el ejercicio pasado (+2,3%), de acuerdo con el balance de la Axencia Tributaria de Galicia.

De esa cifra, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, calificó de fraude fiscal 111 millones que afloraron durante la revisión de 325.000 autoliquidaciones de los impuestos autonómicos -fundamentalmente de sucesiones y transmisiones patrimoniales-. Además, las tareas de inspección de los inspectores de la Xunta hicieron aflorar otros 33,2. El año pasado, la Atriga reveló 106 y 36,3 millones, respectivamente.

Dentro de las actuaciones del año pasado, se incluyó un plan especial contra el fraude que pretendía recaudar 20 millones. La cifra final fue de 32,2, incluidos en los 144,2 citados anteriormente.

El informe indica que en 2017 el 91% de las autoliquidaciones revisadas por la Administración gallega eran correctas y no necesitaron modificaciones. Este porcentaje es prácticamente igual al del año anterior -el 92% correctas-, lo que, apunta la Xunta, muestra que la inmensa mayoría de los contribuyentes en Galicia pagan correctamente sus impuestos.