El sector forestal gallego ha denunciado el retraso en la ejecución de inversiones públicas en el monte, que acumula en dos años un volumen de 60,8 millones. Según sus cálculos, el presupuesto elaborado por la Xunta para los años 2016 y 2017 preveía un gasto de algo más de 120 millones contando con la importante inyección que suponen los fondos europeos, pero cerrados los dos ejercicios, el nivel de ejecución es justo del 50%.

La demora afecta a tareas como reforestación, silvicultura, desbroces preventivos, deslindes, plantaciones ecológicas o instrumentos de ordenación y gestión, labores todas ellas, según el sector, que contribuyen la prevención de los incendios.

Precisamente ayer comparecieron ayer el Parlamento representantes del sector forestal que, con carácter general, censuraron el abandono que sufre el monte gallego. Intervinieron en la comisión especial de estudio y análisis de las reformas de la política forestal, de prevención y extinción de incendios, que se creó tras la ola de fuegos que sufrió Galicia en octubre.

El presidente del Clúster de la Madera, José Manuel Iglesias, advirtió de que "paralizar" toda la producción existente en Galicia en torno al eucalipto significaría "más abandono" del medio rural y, en consecuencia, "más fuego". Aseguró tener "más castaños que nadie", pero reconoce que le cuestan dinero porque su plantación "no es rentable". De ahí que avisara que Galicia "necesita el eucalipto para tener una alternativa al eucalipto". "Detrás hay muchísima gente. Si lo paralizamos, simplemente se va a importar. Y 300 millones que se reparten entre miles de propietarios se van a marchar, va a haber más abandono y más fuego", reflexionó.

El presidente de la Federación Empresarial de Aserradores y Rematantes de Maderas de Galicia (Fearmaga), Elier Ojea, arremetió contra el documento elaborado por la Xunta para afrontar la revisión del plan forestal de Galicia. Reprochó que el borrador "renuncie a analizar la disponibilidad de la madera" o a "asentar las bases para simplificar el batiburrillo legal" existente en el sector, con gran proliferación de leyes y decretos. También criticó que no contemple medidas para el fomento de la madera de calidad, pero sí para el campo de la biomasa con fines energéticos.

Por el Parlamento también pasó el director de la Axencia Galega da Industria Forestal, José Ignacio Lema, quien apostó por generar valor en este ámbito, como forma de ganar competitividad. "Si algo diferenció a la industria gallega de la del resto de España en el periodo de crisis fue la evolución del índice de producción industrial", destacó.

La Asociación Forestal de Galicia trasladó la preocupación de las comunidades de montes por el retraso en la corta de la madera quemada en los fuegos de octubre, y reclama un plan con fondos públicos para recuperar las masas forestales.

Medio Rural replicó que "no hubo ningún tipo de retraso" en la corta de la madera, sino "todo lo contrario, se aceleró muchísimo por las circunstancias excepcionales" de la ola de incendios. En declaraciones a Europa Press, comunicó que "el 100% de la madera comercial quemada de gestión pública salió a subasta en 2017", y lo que falta por vender son algunos lotes que quedaron desiertos.