Greta nació en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo el pasado viernes 16 de febrero sobre las 02.00 horas de la madrugada, pero aún no está inscrita en el registro civil pese a haber cumplido ya los 15 días de vida. Sus padres intentaron cumplir el trámite, pero la huelga indefinida que mantiene paralizados los juzgados y los registros civiles desde el pasado 7 de febrero lo ha hecho imposible.

Y es que al igual que ocurre con los certificados de defunción o con los de fe de vida, fuentes sindicales consultadas por Europa Press defienden que la inscripción de nacimiento tampoco entra en los servicios mínimos decretados por la Xunta hasta que esté a punto de expirar el tope legal para realizar el trámite obligatorio cuando se tiene un hijo. La inscripción de nacimiento es una gestión fundamental que, actualmente, se puede realizar desde el mismo centro sanitario o de forma presencial en el registro civil. Eso sí, en el hospital el plazo para inscribir al recién nacido es de solo 72 horas.

Transcurrido ese periodo, los padres tienen que desplazarse al registro civil y la ley determina que deben formalizar el trámite en el plazo de 10 días, ampliables a 30 si hay una causa justificada. De este modo, se considera que, hasta el día antes de que se cierre el último plazo es un trámite que puede esperar y, salvo que el funcionario en cuestión considere lo contrario, no se realiza.

El gallego Alberto Baamonde, padre de Greta, se encontró con esta situación cuando intentó inscribir a la recién nacida en el registro, después de no haber obtenido en el hospital el certificado literal de nacimiento, dado que los plazos son ajustados, coincidió poco antes del fin de semana y a la madre, Carmen, le dieron el alta el domingo.

"El problema es que no se plantea una alternativa, una solución", explicó, en declaraciones a Europa Press, este padre, que ahora está pendiente de que corran los plazos para poder formalizar un trámite que dificulta otros en cadena.

Y es que, mientras que no se formalice la inscripción de nacimiento, el bebé no será reconocido jurídicamente ni constará en el libro de familia, por lo que formalmente no existe para las administraciones.

Baamonde, autónomo, sitúa como "una de las principales dificultades" que no se puede cobrar la prestación de maternidad. "Hay familias para las que puede ser un problema importante estar un mes sin ningún pagador", incide.

Para tramitar este permiso en la Seguridad Social, es necesario el libro de familia o la certificación de la inscripción del hijo. Un documento que también es imprescindible para empadronar al bebé, paso fundamental, por ejemplo, para hacerle el DNI.

En el ámbito sanitario, aunque los profesionales del Sergas sí han buscado soluciones alternativas en el caso de Greta, carecer de la certificación de nacimiento impide inscribir al bebé en la tarjeta sanitaria de uno de los padres, lo que conlleva, por ejemplo, no tener un pediatra adscrito.

En sus declaraciones a Europa Press, Baamonde aclaró que prefiere no pronunciarse sobre los motivos de la huelga, aunque supone -afirmó- que están "justificados" y rechaza entrar en el juego de "enfrentar obrero contra obrero".

Pero sí incide en que los trabajadores, en el contacto, también tienen que ponerse "en la piel" de los ciudadanos. "Empatía, educación e información", demandó.

Consultadas por Europa Press en relación a este tipo de situaciones, fuentes del Gobierno gallego aseguran que se han dirigido al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) para manifestar la "preocupación" de la Xunta.

En este sentido, señalan que hay determinadas actuaciones que "se consideran urgentes y que deben realizarse", ya que en el decreto de servicios mínimos fijados "queda claro".

Por su parte, fuentes sindicales trasladan que entienden el malestar de los ciudadanos, pero también inciden en que una huelga "siempre genera perjuicios". "Y en este caso, la ha convocado el propio vicepresidente Alfonso Rueda, por no querer negociar en serio; igual que él fija los servicios mínimos", añaden.

Aunque no siempre el calado de los perjuicios es equiparable al de carecer de una inscripción de nacimiento o no poder tramitar una fe de vida, los servicios de atención ciudadana han recibido quejas por otros motivos. Son insistentes, por ejemplo, las de la ausencia de personal para informar o atender al público.

También hay otros ciudadanos que han cursado quejas por tener que desplazarse para comparecer en un juicio como testigo y que éste, a causa de la huelga, no se celebrase.