Un total de 1.421 empresas se hicieron el año pasado con alguno de los proyectos sacados a concurso por Xunta, Estado, concellos o diputaciones. En total, se repartieron 5.047 obras. Aunque la adjudicación no está tan concentrada en Galicia como años anteriores, según destaca en su informe de 2017 la Federación Gallega de la Construcción, todavía sigue siendo elevada. Los datos hablan por sí solos: las diez primeras empresas del ranking autonómico se hicieron con 93,9 millones de euros, mientras que las 1.411 adjudicatarias restantes se repartieron 283,7 millones. O lo que el lo mismo, el 0,7% de las empresas copan casi la cuarta parte del total adjudicado el año pasado.

A la cabeza de la tabla en el importe adjudicado se encuentra Arias Infraestructuras, con 14 proyectos que superan los 17,8 millones (4,7% del total en Galicia). Le siguen en la lista Taboada y Ramos, con 37 concursos por 15,7 millones y Covsa, con 52 proyectos que superan los 13,7 millones. El resto de adjudicatarias ya se sitúan con inversiones por debajo de los 10 millones de euros.

De los más de 377 millones adjudicados el año pasado en obra pública, las empresas gallegas se hicieron con el 85,58% -un total de 323,18 millones-, mientras que las compañías de ámbito nacional se hicieron con solo 54,47 millones.

En los últimos años la adjudicaciones a empresas gallegas y nacionales se mantuvo en porcentajes semejantes, con la salvedad de ejercicios como 2012, en el que los contratos de las grandes obras del AVE desequilibraron la balanza de forma clara en favor de las nacionales. El año pasado, la balanza se decantó hacia las constructoras gallegas, con un 85,58% frente al 14,42%. En 2015 también habían tenido un peso más relevante las empresas de la comunidad (71,44%).