Las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) sufrirán un vuelco a partir del 20 de mayo, no solo en España sino en toda la Unión Europea (UE). Ese es el día en el que los países miembros deben comenzar a aplicar unos controles más exhaustivos con los que se busca poner coto a los fraudes en los sistemas anticontaminación y homogeneizar la regulación en el bloque comunitario para permitir que las ITV tengan validez en más de un país.

La nueva norma europea obligará a algunos Estados a dar una vuelta de tuerca al sistema actual de ITV y acomodarse a los nuevos requisitos mínimos en plazos. A partir de mayo, la primera revisión deberá realizarse en menos de cuatro años y de ahí en adelante, cada dos, aunque cada Estado miembro podrá endurecer el criterio. España, por el momento, mantendrá la obligatoriedad de pasar la primera ITV a los cuatro años, para a partir de entonces realizarla cada dos y, una vez superada la década de antigüedad, al año. Este criterio es más exigente que en países como Italia o Francia, pero menos que el de otros como Alemania, Reino Unido o Portugal.

Portugal. El país vecino exige unos plazos similares a los de España con la salvedad que, es a partir de los ocho años y no de los diez cuando es obligatorio realizar la inspección anual. A diferencia de España, donde cada comunidad fija sus tarifas, Portugal establece el mismo precio para todo su territorio sin discriminar entre vehículos diésel o gasolina. Aunque cada autonomía debe decidir qué ITV extranjeras convalida, Portugal ofrece un reclamo para atraer las ITV al ofrecer este servicio hasta un 30% más barato. Los 30,7 euros cobrados en suelo portugués contrastan con los 38,95 que pagan los propietarios de un vehículo a gasolina en Galicia o los 46,55 euros en el caso de los diésel.

Reino Unido. Si las pruebas en el país vecino pueden llegar a ser un 30% más baratas, las islas ofrecen las condiciones opuestas. Aunque hay libertad para que las estaciones fijen precios libremente, el máximo, de 54,85 libras (61,5 euros) es un 30% superior a al de Galicia y, además, los plazos son mucho más estrictos. Cada vehículo tiene su cita con las ITV cuando cumple los tres años y, desde entonces, está obligado a pasar por revisión cada año.

Alemania. El país germano es otro de los países que obliga a los vehículos a pasar por revisión un año antes de lo que marca como guía la directiva europea. Una vez superan los tres años, los automóviles tienen su cita con el taller cada dos años. Las tarifas por pasar un turismo por la ITV germana los fija cada región, al igual que en España, y en el caso de Renania Norte Westfalia, el Estado más poblado, ronda los 67,95 euros.

Italia. El país transalpino cumple con la nueva directiva europea, pero por la mínima. Los vehículos deben pasar la ITV a los cuatro años de antigüedad y, a partir de entonces, cada dos. Cada paso por estas instalaciones acarrea un coste de 65,68 euros, casi el doble que en Galicia, pero el precio de no hacerlo es mayor: circular con la ITV caducada acarrea sanciones de entre 160 y 640 euros.

Francia. En Francia se siguen los mismos plazos que Italia, aunque esta es casi su única similitud. El precio de las inspecciones a los vehículos en Francia va desde los 70 euros hasta los 90, según lo fija cada estación. Además, toda la laxitud en los plazos en comparación con otros países contrasta con los elevados requisitos que exige cuando se vende un vehículo de segunda mano. Quien quiera poner a la venta su coche deberá haberlo pasado por la ITV en los seis meses anteriores para detectar cualquier tipo de avería en el vehículo antes de que llegue al comprador.