El ladrillo se sacude la alargada sombra del estallido de la burbuja inmobiliaria. Vuelven a venderse viviendas en España. No en los niveles previos a la crisis, porque incluso el sector los considera desproporcionados, pero existe una clara tendencia al alza, acompañada además de una subida importante de los precios. Las transacciones alcanzaron el pasado año un total de 532.367 tras un incremento del 16,3%. Es la mayor cifra desde 2008. Desde que el mercado salió de los números rojos, a Galicia, un territorio muy penalizado por la falta de crédito desde que comenzó la reestructuración financiera y por la cojera en la demanda ante el galopante envejecimiento de la población, les costó mucho engancharse al nuevo ritmo de la actividad inmobiliaria. De hecho, el suyo no está entre los mayores ascensos en la comercialización de inmuebles en 2017, un 13%. Pero consigue también enlazar cuatro ejercicios consecutivos al alza y superar las 17.500 operaciones, la cantidad más alta en su caso desde 2010.

El aumento de las ventas llega al 27% en Cantabria y Castilla-la Mancha; un 22% en Navarra; y al 20% en Madrid. Por detrás de Galicia se sitúan Castilla y León, Extremadura y País Vasco, los tres territorios con una variación del 12%, según el balance publicado ayer por el Ministerio de Fomento a partir de la información suministrada por el Colegio del Notariado.

Casi el 90% de las transacciones de pisos y casas en Galicia son de segunda mano. Esta parte del sector, donde se está notando el cambio de ciclo, concentró 15.531 ventas, un 17,1% más. A diferencia de lo ocurrido en el conjunto del Estado, con un crecimiento de cerca del 7% en viviendas nuevas, en la autonomía la comercialización de edificaciones a estrenar sigue bajando: un 13,2%. Solo sumaron 2.031.

El comportamiento del mercado inmobiliario es muy desigual entre las cuatro provincias gallegas. Las transacciones cayeron un 2% en Lugo (2.369) el año pasado. En Ourense (1.742) se elevaron un 11%. Y en A Coruña (7.690) un 15%. Pontevedra lidera el acelerón del sector tras un incremento del 17% (5.761). La razón viene de la velocidad de las ventas en tres concellos pontevedreses. En Vigo ascendieron a 2.021, un 20,4% más que en 2016, con lo que la ciudad más poblada de Galicia reduce considerablemente su distancia con A Coruña, que sigue siendo la localidad con más operaciones (2.182), aunque con menor recuperación (15,4%). ¿Cuál es el ayuntamiento que experimenta el mayor ascenso? Vilagarcía. Sumó 334 operaciones, lo que supone un alza del 51,1%.

Concellos

En Oleiros crecieron un 30,9% (309); un 27,2% en Ferrol (27,2%); y un 24% en Ames. En el resto de los núcleos con más habitantes, en Pontevedra aumentaron un 12% (559); un 15% en Santiago; un 16% en Ourense; y un 11% en Lugo.

Las compras de vivienda libre en la comunidad gallega dejaron un volumen de negocio de 1.862 millones de euros, con un incremento anual del 15%.