Por sexto año consecutivo, la litigiosidad en los juzgados gallegos mantiene una tendencia a la baja. Fueron un total de 319.765 los asuntos que ingresaron el año pasados en los 257 órganos judiciales de la comunidad, lo que supone una media de 876 cada día y que se traduce en un 4,3% menos que los registrados el ejercicio anterior.

Pese a la caída de los pleitos abiertos, la carga de trabajo va en aumento en los juzgados gallegos. Al cierre de 2017, las causas resueltas disminuyeron un 8% -fueron un total de 314.306- y los que estaban pendientes superaron los 127.800, un 3,26% más que un año atrás, según el balance hecho público ayer por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Detrás de la caída de la litigiosidad están la mejora de la situación económica, que redujo los pleitos relacionados con despidos, concursos de acreedores, deudas, impagos o desahucios, junto con la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal en diciembre de 2015, que provocó la eliminación inmediata de los tribunales de los asuntos penales sin autor conocido.

El balance de litigios de 2017 se queda ya muy por debajo de las cifras alcanzadas durante los años centrales de la crisis. Durante 2009, 2010 y 2011 llegaron a superarse el medio millón de asuntos que entraban cada año en los juzgados gallegos, unos 1.400 cada día. 2015 marcó un punto de inflexión en los tribunales de la comunidad al convertirse en el primer año con menos de 450.000 asuntos ingresados, y desde entonces se mantiene una tendencia a la baja.

Durante 2017, cayó la entrada de causas en el ámbito penal y en el de lo contencioso administrativo, mientras que en las jurisdicciones de lo social y de lo civil, se experimentó un repunte. En este último ámbito, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia apunta que en esta subida "han tenido un papel relevante" las demandas relacionadas con acciones individuales sobre condiciones generales incluidas en contratos de financiación con garantías reales inmobiliarias, cuya prestataria es una persona física, "por ejemplo, las cláusulas suelo", según destacan desde el TSXG.

El volumen de sentencias dictadas el año pasado en Galicia superó las 66.600, pero son más de 121.000 las que estaban en trámite, un 0,6% más que el ejercicio anterior.

Por provincias, Lugo está marcada en rojo en el mapa nacional de congestión ya que su tasa es de 1,53, lo que la coloca en cuarto puesto del ranking solo por detrás de Toledo (1,67), Cuenca (1,59) y Cádiz (1,55); y empatada con Murcia. El índice de sobrecarga en los tribunales de A Coruña alcanza el 1,46; en Ourense (1,37) y finalmente en Pontevedra, 1,36.

La tasa de litigiosidad en Galicia se situó en 118,1 asuntos por mil habitantes el año pasado, por debajo de la media del conjunto del Estado en 2017, que fue de 126,1. Mientras que en penal y contencioso la tasa de la comunidad gallega se sitúa por debajo de la media, es bastante más alta en la jurisdicción civil y, sobre todo, en social, con 11,5 asuntos por mil habitantes frente a 8,7 de media estatal.

En el conjunto del Estado, los asuntos ingresados experimentaron el año pasado un ligero repunte (1,14%), los resueltos disminuyeron un 4,3% y los que todavía seguían en trámite aumentaron más de un 6%.