El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, exigió ayer al PSOE que resuelvan los "problemas entre ellos" para poder consensuar un nuevo sistema de financiación autonómica, que caducó en 2014 y cuya reforma no ha abordado desde entonces el Gobierno. El dirigente gallego replicó de esa forma a las nuevas críticas recibidas por parte de su homólogo en Valencia, el socialista Ximo Puig, que sostiene que con el modelo de su comunidad, Galicia tendría el doble de deuda y Valencia, la mitad si contase con el gallego.

Las críticas de Puig ya se produjeron después de que Galicia firmase un pacto con Castilla y León (PP), Aragón (PSOE-Podemos) y Asturias (PSOE) exigiendo un modelo que primase la despoblación y el envejecimiento y en contra de la condonación de deuda.

Feijóo participó en Valencia en unas jornadas del Grupo Parlamentario Popular en Bruselas y censuró la actitud de Puig por hacer ver que "la responsabilidad de que la Comunitat [Valenciana] tenga dificultades en su financiación sea del PP". Aseguró que el modelo actual, aprobado en 2009 con Zapatero en Moncloa, fue rechazado por el PP, aunque sus comunidades se abstuvieron.

Cataluña

Por otra parte, se refirió al conflicto en Cataluña y aseguró que "la descentralización" de algunos países "no fragmenta Europa" y que "el caso catalán es una excepción" porque el resto de comunidades y regiones europeas cumplen su "obligación a nivel nacional y comunitario". Así, Feijóo defendió que la descentralización de algunos países europeos "no fragmenta Europa, sino que ha fortalecido la Unión". "La descentralización y la defensa de la diversidad permiten acercar Europa a los ciudadanos que la conformamos", sostuvo durante una intervención en Valencia en una cumbre de europarlamentarios del PPE. En su discurso, reivindicó la importancia del proyecto europeo que ha supuesto "estabilidad internacional", aunque advirtió de que existen ciertas amenazas que ponen en jaque los valores de la UE.