El sector inmobiliario parece haber dado carpetazo a la oscura etapa de la crisis. Pero esta recuperación, que se refleja en el fuerte repunte de la compra de vivienda, unida a la escasez de nuevos inmuebles y la fiebre por el alquiler han generado tensiones en el mercado que ahora el Gobierno pretende aplacar con su Plan Estatal de Vivienda. La iniciativa se articula a través de unas ayudas al alquiler para financiar hasta el 50% de los gastos de los menores de 35 años y los mayores de 65 con rentas más bajas y de subvenciones para la compra de vivienda en los concellos de menos de 5.000 habitantes, con el objetivo de evitar su despoblación. Sin embargo, el alcance de la medida será limitado en Galicia, donde solo uno de cada siete jóvenes de entre 20 y 34 años reside en concellos con menos de 5.000 habitantes.

El Plan de Vivienda 2018-2021, aprobado en el Consejo de Ministros de ayer, concederá ayudas de hasta 10.800 euros para la adquisición de pisos en municipios amenazados por la despoblación, siempre y cuando su precio de adquisición no supere los 100.000 euros y cuando el importe de la ayuda no represente más de una quinta parte del precio del inmueble.

La medida podrá aplicarse sobre los 202 ayuntamientos gallegos que no llegan a los 5.000 habitantes, que representan casi dos tercios del total, pero que apenas fijan a una sexta parte de la población. Solo 422.000 de los 2,7 millones de gallegos tienen su residencia en estas localidades en donde los jóvenes son minoría: apenas 55.400 de sus vecinos tienen edades comprendidas entre los 20 y los 34 años.

De esta forma, solo el 13,8% de los jóvenes gallegos podrá aspirar a recibir las ayudas anunciadas por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, aunque el abanico de posibles perceptores de estas subvenciones es algo más amplio que en el resto de comunidades. Las particularidades de la geografía gallega, con núcleos poblacionales más pequeños y dispersos, provocan que el porcentaje de posibles beneficiarios sea dos puntos superior al 11,8% que marca la media estatal.

La medida no afectará a todas las provincias por igual. En Ourense y Lugo, que engloban, respectivamente, 83 y 55 concellos de menos de 5.000 habitantes, el porcentaje de jóvenes beneficiarios asciende hasta el 31,6% y el 32,4%. Unos porcentajes que triplican a los de A Coruña (9,8%) y Pontevedra (6,8%).

Además de la compra, el plan de vivienda también incluye ayudas para el alquiler destinadas a aquellas personas sin vivienda en propiedad y cuyas rentas anuales no superen los 22.365 euros. Su importe cubrirá hasta el 40% del alquiler, un porcentaje que se eleva hasta el 50% en el caso de personas menores de 35 años y mayores de 65 años y hasta el 100% para personas en situación de desahucio. Las ayudas se aplicarán a estos colectivos siempre y cuando el alquiler sea inferior a los 600 euros mensuales (ampliables hasta los 900 euros en aquellas ciudades con inmuebles más caros) y entrarán en vigor con efecto retroactivo desde el 1 de enero.

El plan, dotado con 1.443 millones sin contar la parte autonómica, subvencionará la promoción de viviendas destinadas para el alquiler, con el objetivo de elevar su oferta y frenar la escalada de precios e incluye ayudas de hasta el 40% para la rehabilitación de viviendas construidas antes de 1996 (antes solo se aplicaba para las anteriores a 1981).