Los agricultores y comerciantes de los concellos declarados en cuarentena por la plaga de la patata estaban obligados a deshacerse del producto. La Consellería de Medio Rural fue la encargada durante el proceso de la recogida y destrucción del tubérculo. Para aquellos que se negaran a entregar las cosechas de ese año o el producto almacenado, se fijaron sanciones de graves a muy graves por importes que oscilan entre los 300 y 3.001 euros. Por incumplir la normativa en materia de sanidad vegetal por la plaga de la patata, ya han sido sancionados diez agricultores, un transportista y un productor comercializador, según detallan desde Medio Rural. De los doce expedientes sancionadores interpuestos, siete corresponden a la provincia de A Coruña y los cinco restantes, a la de Lugo.

Cumplido un año del decreto del Gobierno central, la Xunta mantiene las medidas de control en toda la comunidad para evitar que se extienda la plaga a otros zonas fuera de área en cuarentena.