"Poco personal y sin medios". Ese es el resumen de la situación de las Brigadas de Investigación Sobre Incendios Forestales (BIIF) en Galicia que denunció ayer en la comisión sobre incendios del Parlamento gallego Amadeo Ferreiro, miembro de la brigada del Distrito XII de la zona Miño-Arnoia. Por eso, en su intervención pidió que alguien dé "un golpe en la mesa" para poder tener una plantilla de agentes forestales dedicados a la investigación "con efectivos suficientes, formados y con medios en todos los distritos". En este sentido, censura que en los últimos años los diferentes Gobiernos incumplieron las promesas en el refuerzo de las plantillas.

La última la hizo la Xunta el pasado noviembre al avanzar que se mejorarán las actuales brigadas de investigaciones forestales. El Gobierno gallego destacó entonces que en 2001 las BIFF contaban con 38 integrantes y, tras las denuncias sindicales sobre el recorte, anunció que el colectivo contará con al menos 57 agentes, tres en cada uno de los 19 distritos forestales.

Otra de las propuestas de la Xunta para elevar la vigilancia de los montes y capturar in fraganti a los incendiarios, o al menos detectar movimientos sospechosos, es la instalación de más cámaras de videovigilancia en lugares estratégicos. Ferreiro apunta que en la actualidad cada distrito cuenta con una cámara de trampeo pero aclara que el resto de dispositivos lo compran los propios agentes y técnicos, que las pagan "de su bolsillo". Como ejemplo de la falta de medios lamenta que está "cansado" de "mendigar un coche sin rotular". Efectivos de otros distritos de la comunidad también se quejaron estos días de que se ven obligados a compartir vehículo, a lo que la Consellería de Medio Rural contestó que el departamento autonómico acaba de invertir un millón de euros en la renovación del parque móvil de los equipos de prevención y extinción.

Ferreiro advierte de que el esfuerzo en investigación tiene que ser un 80% mayor en Galicia debido a que ocho de cada diez fuegos son intencionados, mientras en el resto de España suponen el 20%. El agente forestal explica que estos incendios detrás de los que hay una motivación son más difíciles de investigar.

Galicia cuenta con distintas unidades competencias en la investigación del origen y la autoría de los incendios forestales: la Policía Autonómica y la Guardia Civil, que tratan de localizar pruebas que determinen su inicio o si es un fuego intencionado; y las Brigadas de Investigación Sobre Incendios Forestales, que recogen información de testigos y evidencias físicas. Aunque la colaboración de los tres cuerpos es "muy importante" para el esclarecimiento de los casos, los agentes forestales denuncian que se sienten "infravalorados" por la policía y la Guardia Civil porque les atribuyen el mismo papel que "el del perro en la caza" cuando -señala Ferreiro- también son "agentes de la autoridad".

Los partidos de la oposición pidieron a la Xunta que tome nota de la realidad del colectivo y que apueste por brigadas de investigación con personal "especializado".