El pasado 8 de enero, la Consellería do Medio Rural sacaba una orden de ayudas por 7 millones de euros para la ejecución de actuaciones destinadas a la prevención de daños causados a los bosques por los incendios o cualquier desastre natural. Dos meses después, la Xunta se ha visto obligada a ampliar en un 72% estos fondos, hasta superar los 12 millones de euros, debido a la avalancha demandantes y a los elevados importes de los proyectos que optan a las ayudas, nutridas a su vez de fondos procedentes de la Unión Europea.

"Ante el elevado número de solicitudes presentadas, la Consellería decidió incrementar la cuantía para poder aprobar más proyectos", cuenta el departamento que dirige Ángeles Vázquez.

A estas subvenciones pueden aspirar las comunidades de montes vecinales en mano común, las sociedades de fomento forestal (sofor), los propietarios particulares de forma individual y las sociedades o agrupaciones de propietarios particulares formalmente constituidas e inscritas en el Rexistro de Asociacións de la Xunta.

A esta convocatoria se han presentado 722 solicitudes. El número no parece excesivo, pero según precisa Medio Rural, los proyectos para los que piden subvenciones públicas sí son de envergadura y requieren bastantes fondos.

Estas ayudas contemplan dos líneas de actuación. Una consiste en la realización de tratamientos silvícolas destinados la prevención de incendios forestales, tales como rareos en bosques de coníferas, podas y rozas para crear cortafuegos. La segunda línea va dirigida a tratamientos de plantaciones puntuales de determinados árboles, directamente vinculadas al incremento de los valores ecológicos de los montes, como bosques de frondosas caducifolias.

En la orden inicial, la Xunta había sacado 700.000 euros para gastar este año y 6,3 millones para el próximo ejercicio. Pero la Administración autonómica se quedó corta en sus previsiones y, ante la avalancha de peticiones, optó por ampliar los fondos. Así, inyectó 507.500 euros para la partida de este año y otros 4,567 millones para la de 2019.

Entre las dos incorporaciones, el total ahora es de 12,075 millones de euros. Eso sí, aunque se ampliaron las ayudas, el plazo para la presentación de solicitudes no se tocó. En el mes que estuvo abierto, el departamento dirigido por Ángeles Vázquez recibió más de 700 proyectos, sobre los que ahora se tienen que comprobar si reúnen todos los requisitos.

La Consellería de Medio Rural sostiene que en la convocatoria anterior también pasó lo mismo. Arrancó con 7,5 millones de euros y ante el volumen de solicitudes se tuvo también que inyectar más fondos, pero no tantos como en esta ocasión.

Pese a que las tareas de prevención contra los incendios están obligadas por ley y la Administración autonómica habilita subvenciones para contribuir a la financiación de estas actuaciones, la realidad muestra que no siempre de cumple con el deber.

Así, el pasado mes de diciembre la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), presidida por Alfredo García, reclamaba a la Xunta en una declaración institucional que endureciera las sanciones a propietarios de fincas por el abandono y falta de limpieza de las parcelas. Los ayuntamientos alegan que sería una forma de "concienciar a la población de la importancia de la prevención".