Los ganaderos gallegos cerraron el año pasado por encima de los 30 céntimos pero a la cola de la clasificación nacional, puesto en el que continuaron en el arranque de este año en el que la tendencia volvió a cambiar con descenso de la tarifa media respecto al ejercicio anterior y con un centenar de cierres de granjas solo en un mes que sitúan el número de productores ya por debajo de los 8.000. A nivel nacional, el precio medio de la leche pagado en España el año pasado se situó en los 32,43 céntimos por litro, un 6,3% por encima del dato de 2016 pero un 20% por debajo de los 37,77 céntimos registrados de media en la Unión Europea. Para el Centro Tecnológico Agroalimentario de Lugo (Cetal), ese "desfavorable" diferencial entre España y el resto de países comunitarios el año pasado se debe al bajo precio de la leche en Galicia porque concentra casi el 40% de la producción estatal. Los 31,26 céntimos que reciben los ganaderos gallegos son un 3,6% menos que la media nacional, una desviación que se eleva al 5,1% si se tienen en cuenta las tarifas estandarizadas para la leche de un 4% de grasa y un 3,3% de proteína con 31,27 céntimos en el caso gallego y 32,96 en el resto de España.

El Cetal, fundación dependiente del Ministerio de Agricultura, también analiza en su último informe la diferencia de precios de la leche entre comunidades. El organismo atribuye como una de las causas la relación directa entre el nivel de producción y el precio. Entre las comunidades que superan el 5% de la leche producida en España, Galicia es la segunda con menos entregas -309 toneladas por explotación y año- y también la que tiene los precios más bajos de toda la geografía española, con una media anual de 29,23 céntimos por litro el año pasado.

Pero esta regla no funciona en todos los casos. Asturias, con granjas más pequeñas que las gallegas -284 toneladas por granja y año- tiene tarifas hasta un 10% más altas que en Galicia y los 33,01 céntimos que perciben los productores asturianos son el segundo dato más alto, solo por debajo de los 33,51 que cobran los andaluces. En Andalucía se da precisamente un caso similar porque aunque el sector produce 416 toneladas por granja menos que en Cataluña, el precio -33,51 céntimos- es un 6,5% superior a lo que cobran los ganaderos catalanes. Estas excepciones, según el Cetal, se deben al peso del movimiento cooperativo de productores en ambas autonomías.

También suele darse la asociación entre el nivel de producción y el precio, de forma que en las comunidades con mayor autoabastecimiento los ganaderos cobran menos. De ahí que Galicia, con el 38% de la producción nacional sea la autonomía con las tarifas más bajas. Por el contrario, las que dependen de las importaciones de otras regiones, por regla general, presentan cuantías más elevadas, como es el caso de Andalucía, que con apenas 61 toneladas de leche por habitante -la cifra más baja entre las autonomías con más del 5% de producción- registra los precios más elevados de este grupo con 33,51 céntimos. Asturias, de nuevo, rompe la tendencia y se convierte en la excepción que confirma la regla porque con apenas el 7,8% de la producción estatal -el tercer resultado más alto por detrás de Galicia y Cantabria- es la segunda con mayores precios con 33,01 céntimos, solo por debajo de Andalucía. Tampoco funciona en este caso el argumento utilizado por algunos sindicatos sobre la distancia de Galicia respecto a los grandes centros de distribución. Aunque en la comunidad gallega y en Cantabria sí se cumple, Asturias con una distancia similar, presenta mejores precios que sus hermanas de la España Verde.