La gestión del caso Quinteiro detonó el pulso interno que mantienen los integrantes de una alianza de delicados equilibrios, un elemento que tensionará la elaboración de candidaturas para las municipales del año que viene, en las que Podemos quiere coaligarse con las mareas y no diluir sus siglas. En ese contexto, el partido de Pablo Iglesias realizará una "reflexión profunda" sobre su alianza tras el anuncio de Villares de someter a la voluntad de las bases el futuro de su compañera y pedir su dimisión.

La líder de Podemos en Galicia, Carmen Santos, no concretó el objeto de esa reflexión y si pasaría por hacer valer su peso en la Cámara -cuenta con 7 de los 14 diputados de En Marea, aunque todos se integraron a título individual, pues Podemos enterró su marca en las autonómicas de 2016-, aunque sí aseguró que la meta es "fortalecer" el grupo parlamentario. "No nos votaron para estas batallitas [...], sino para ofrecer un proyecto", dijo. Santos se mostró muy crítica con la postura de Villares y le recordó que "nadie en el espacio del cambio puede asumir el discurso del PP" sobre Quinteiro.