En la recta final de su conclusión, el tren de alta velocidad sigue tirando del carro de las inversiones del Estado en Galicia. El AVE que comunicará la comunidad gallega con Madrid recibirá este año 406,7 millones de euros. Se irán para el corredor Lubián-Ourense, cuyas obras -a falta del tramo final entre Taboadela y la capital de la provincia- están previstas que se concluyan a finales de 2019, para a partir de ahí comenzar a operar comercialmente en una fecha todavía pendiente por determinar. Esos casi 407 millones representan el 43,3% de las inversiones totales que recogen para Galicia los presupuestos generales del Estado para este año. No obstante, si se suman las partidas reservadas para el AVE por el Ministerio de Fomento en las provincias de Zamora (236 millones) y Valladolid (20,3), el gasto total en la infraestructura asciende a 663 millones de euros.
La cifra es un 11,6% inferior a la programada para este año -86 millones menos-, pero es que la línea de alta velocidad Galicia-Madrid se encuentra en su estadio final. En teoría, las obras se terminarán ya en el último trimestre del próximo año, para acto seguida iniciar la fase de pruebas como paso previo a la explotación comercial de la línea. El nivel de ejecución actual en este corredor es de casi el 80% sobre una previsión de gasto de 4.400 millones de euros.
En todo caso, la línea comenzará a funcionar aprovechando los 17 kilómetros del trazado actual que separan Taboadela de Ourense, ya que para la construcción de la variante exterior con características propias de AVE habrá que esperar todavía unos años más -hasta 2021-. De momento, los presupuestos del Estado solo destinan este año 3 millones de euros, pero hacen una proyección de otros 35 en 2019, 228 en 2020 y 154 en 2021.
El ferrocarril en su conjunto, contando las actuaciones en vías convencionales y la renovación de equipos, se lleva en Galicia algo más de 504 millones de euros, de los que 461 se destinan exclusivamente a las infraestructuras de la alta velocidad. Además de los 406 para Lubián-Ourense (56 millones menos que en 2017), llama la atención, por su volumen, los 51,3 millones reservados para el Eje Atlántico (A Coruña-Vigo) para finalizar la instalación del sistema de seguridad avanzado Ertms en todo el corredor así como para reformar las estaciones de tren de A Coruña y Santiago para convertirlas en intermodales. Casi 44 millones están asignados a la provincia de A Coruña y 7,5 a la de Pontevedra.
Con respecto a los presupuestos del Estado de 2017, la inversión en la alta velocidad ferroviaria cae un 4%, pues había programados 481 millones. Pero si se compara con 2016, la reducción alcanza el 42,5%.
La variante ferroviaria de Cerdedo para conectar Vigo y Ourense sin tener que pasar por Santiago sigue en una etapa muy embrionaria. Hay previsto 1 millón de euros para continuar con la tramitación ambiental y acabar este año con la fase de planificación. Para esta obra se prevén, según la documentación presupuestaria, unos 165 millones de euros a invertir hasta el año 2021.
Con respecto a la provincia de Lugo, no se destina ninguna partida a la alta velocidad, tan solo hay 7 millones de euros de Adif para mejoras en líneas, estaciones y pasos a nivel.
El Ministerio de Fomento asegura que los 504 millones en ferrocarril colocan a a Galicia como la tercera comunidad con mayor volumen de inversión en esta materia.
Para carreteras, el Gobierno contará con 192 millones, de los que 54 serán para conservación y 116 para obra nueva. La más destacada, los 44 millones para la A-54 entre Santiago y Lugo, seguida de los 15,2 para la A-57 entre Vilaboa y Pontevedra, que funcionará como circunvalación de a capital de provincia. Para la AP-9 en Santiago habrá 12 millones.
En puertos, el Ministerio de Fomento habilitará 91 millones, de los 22,3 serán para el acceso ferroviario al puerto exterior de Ferrol. Enaire -matriz de Aena- gestionará 18 millones, de los que casi 12 son para los aeropuertos de A Coruña y Santiago y algo más de 6 millones, para el de Vigo.
