Pese a que Galicia veta el eucalipto en terrenos agrícolas, cerca de viviendas, en las riberas de los ríos o en zonas de interés paisajístico, las previsiones del borrador del plan forestal de cara a 2020 da por hecho que los eucaliptales ganarán más terreno, 25.000 hectáreas más, hasta situar el total en 332.984 hectáreas, lo que supone un 16,4% del monte gallego. También está previsto que los pinares alcancen casi cien mil hectáreas más, de 433.000 a 529.000, o que las caducifolias se extiendan por 35.000 hectáreas más, al pasar de 366.000 hoy a poco más de 401.000. Así lo explicó ayer el director xeral de Ordenación Forestal, Tomás Fernández-Couto, quien compareció ante la comisión que analiza los incendios del pasado octubre en la Cámara autonómica para explicar la primera revisión del Plan Forestal de Galicia de 1992 que está impulsando la Xunta.

El documento plantea un aumento de la superficie a castaños, que debería ocupar, un 3,5% del monte y extenderse por 71.455 hectáreas, un 60% más que las que en la actualidad.

De los dos millones de hectáreas de superficie forestal de la comunidad, 1,5 millones serían de terreno arbolado: un tercio de pinares, el 13% a masas mezcladas, el 26,15% a caducifolias y el 4,6% a castaño. Uno de cada cinco árboles sería eucalipto. Fernández-Couto, defendió que se marca un camino de "control de la expansión" de la especie, pero "sin demonizarla" porque "genera un volumen de rentas importantes".