Con la llegada de la crisis, los ingresos en los hogares se redujeron y los bancos cerraron el grifo del crédito hipotecario. En consecuencia, las dificultades de muchos gallegos para acceder a una vivienda se agravaron, convirtiendo el alquiler en la opción más asequible. Pero todavía hay un buen número de familias a las que tampoco les alcanza para pagar la cuota mensual del arrendamiento, lo que ha provocado un aumento de los impagos. La cuantía media que se adeuda en Galicia por el alquiler ronda los 4.100 euros, un 1,84% más que el año pasado, según la última edición del Fichero de Inquilinos Morosos.

De las cuatro provincias gallegas, los arrendatarios en A Coruña y Lugo concentran la morosidad más alta, con una deuda media de 4.751 y 4.108 euros, respectivamente. En Ourense y Pontevedra, los impagos en el alquiler se quedan por debajo de la media gallega, con poco más en ambos casos de 3.800 euros pendientes de cobro.

Por comunidades, Madrid lidera el ranking nacional, con una deuda media de más de 9.700 euros, seguida de Balaeraes (8.235 euros), País Vasco (6.951) y Cataluña (6.600). Los mayores repunten en las tasas de morosidad en el arrendamiento se produjeron en Cantabria (9,6%) y Navarra (8,9%). En el extremo opuesto, junto con Galicia, están La Rioja (0,2%) y Extremadura (2,6%).