La sucesión de borrascas desde que comenzó el año ha permitido levantar la prealerta por sequía en Galicia, decretada hace ya 15 meses y elevada en diciembre al máximo nivel por déficit hídrico en toda la comunidadprealerta sequía Galicia. Las intensas lluvias de las últimas semana han dejado atrás las restricciones en la limpieza de calles, el riego de jardines o el llenado de piscinas y han devuelto a Galicia el título con el que la bautizó Álvaro Cunqueiro, el país del los mil ríos. Lejos quedan las estampas de los pantanos gallegos casi desérticos y el caudal de los ríos bajo mínimos, con un descenso del 15% en los últimos veinte años.

El embalse que da servicio a los vecinos de la ciudad de A Coruña y de parte del área metropolitana (Arteixo, Bergondo, Cambre, Culleredo, Oleiros, Sada y Carral) roza el 82%, una ocupación que supera en casi 12 puntos la registrada hace solo una semana (70,14%) y se convierte en la reserva récord de la segunda semana de abril desde 2009. Entonces las reservas en Cecebre superaban el 86% y en estos últimos nueve años los niveles se movieron entre el 62,45% de 2012 -el valor mínimo de este periodo- y el 77% de 2013, según recogen los boletines hidrológicos de Augas de Galicia.

Los pantanos de abastecimiento en la comunidad gallega se sitúan ya entre el 85% alcanzado en la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil -gestionada por el Gobierno central- y por encima del 90% en la demarcación Galicia-Costa -de titularidad autonómica-, lo que supone hasta 25 puntos por encima de la ocupación media en las presas del país (65,3%), según el balance de reserva hidráulica publicado ayer por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

EL MÁS BAJO, AL 72%

En los concellos costeros, cinco embalses de abastecimiento están al 100%. Se trata de los dos que suministran agua a Vigo y los ayuntamientos limítrofes (Eiras y Zamáns), Abegondo (Beche), Baiona y Pontevedra (Pontillón de Castro). La presa que abastece a la comarca de O Salnés, en Caldas de Reis, presenta el nivel más bajo de la cuenca Galicia-Costa, aunque con una ocupación por encima del 72%. Y los pantanos de Vilagarcía y Ferrol presentan unas reservas que superan el 88% y 92%, respectivamente.

Durante el último año, los embalses de abastecimiento de los ayuntamientos costeros aumentaron sus niveles en más de un 6%, al pasar de los 54,13 hectómetros cúbicos de abril del año pasado a los 57,34 de comienzos de esta semana, según datos de Aguas de Galicia. Estas reservas suponen un 20% por encima de la media de la última década en esta época del año.