El presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos, destituyó ayer al vicepresidente y alcalde de Becerrerá, Manuel Martínez, después de que el martes votase de nuevo con el Partido Popular, en esta ocasión para devolverle las competencias sobre la gestión de las residencias a Suplusa, ente que él mismo preside. Además de dejar de ser el número dos de la corporación provincial, también cesará en sus responsabilidades en Vías y Obras y Parque Móvil. Su relevo es ahora el alcalde de A Fonsagrada, Argelio Fernández.

El regidor de Becerreá asume que también será expulsado del partido -otra vez-, por lo que ayer ya avanzaba que "tan pronto" se le presente el expediente lo firmará y descarta recurrir dicha expulsión, al revés que hace tres años, en 2015.

Entonces, en la sesión constitutiva la Diputación de Lugo se votó a sí mismo como candidato y dejó en manos de la popular Elena Candia el gobierno de la Diputación, hasta que meses después propició una moción de censura que apoyaron PSOE y BNG y que puso en manos de Darío Campos el bastón de mando provincial. A cambio de su apoyo y su reingreso en las filas socialistas, el alcalde de Becerreá asumía la vicepresidencia de la corporación provincial.

"Como la condición de socialista no me la pueden quitar, el carné me imagino que sí, pero allá ellos y sus consecuencias. Deberían de tomar una decisión con la cabeza fría", recomendó. Su expulsión del partido fue debatida ayer en una reunión de la ejecutiva provincial del PSdeG-PSOE, a la que también acudió un representante de la dirección autonómica.

Aunque fue apartado del gobierno provincial, Manuel Martínez continuará presidiendo la sociedad del suelo Suplusa, foco de las divergencias con su grupo sobre la encomienda de gestión para las residencias de mayores. Martínez aprovechó, en todo caso, para anunciar que se volverá a presentar a la alcaldía de Becerreá, dejando caer que lo hará en una lista "independiente".

"Desde luego que con un partido no, sino con una lista independiente. Yo no estoy para someterme ya a directrices y estatutos de unos partidos que defienden lo suyo, pero no los intereses de los ciudadanos", destacó. La presidenta del PSOE de Lugo y alcaldesa de la ciudad, Lara Méndez, confesó que esta situación "no es agradable". Lara Méndez defendió que lo que les identifica como partido socialista es la capacidad de combinar las discrepancias con un posicionamiento sobre las cuestiones, "siempre acatando lo que decide la mayoría de un grupo".