La Asociación por la Recuperación de los Desaparecidos en el Franquismo (ARDF) iniciará el próximo 2 de julio la exhumación de los restos de los cadáveres enterrados en la fosa común del cementerio de Vilarraso, en el concello coruñés de Aranga. Los trabajos los llevarán a cabo voluntarios ayudados y liderados por un equipo de especialistas que solo con su esfuerzo y dedicación -ya que el proyecto cuenta con todos los permisos pero no ha recibido ninguna ayuda institucional- tratarán de despejar las incógnitas del mayor enterramiento del franquismo en Galicia. Así lo confirmó ayer una de los familiares de los enterrados en la fosa. Se trata de su tío, natural del concello lucense de Becerreá, que según las investigaciones, fue fusilado en una cuneta en Láncara, también en Lugo. La identificación de su primo Rudesildo, al que le hicieron un juicio rápido porque era alcalde, permitió conocer que a Ovidio lo trasladaron luego a este enterramiento de Aranga, donde los investigadores sospechan que yacen al menos 29 represaliados, aunque solo han sido identificados nueve de ellos.

Muchos de los familiares de los represaliados enterrados en Vilarraso no han reclamado sus restos y precisamente son solo los allegados y vecinos los que pueden aclarar las incógnitas sobre este lugar. Por eso, la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña (CRMH) lanzó en 2009 una campaña para que los parientes de las víctimas superasen el miedo que les persigue desde la represión y diesen respuesta a todos los interrogantes acerca de la fosa de Aranga. Con la investigación iniciada en ese año por el equipo de expertos y ahora con la exhumación prevista para este verano, muchos descubrirán dónde están enterrados sus familiares, ya que la mayoría aún desconoce hoy en día cómo murieron.

Desde que en abril de 2003 se abrió la primera fosa del franquismo en Galicia, colectivos de la memoria histórica iniciaron la presentación de denuncias. Las primeras investigaciones de 2010 del grupo de trabajo por el profesor de Historia de la Universidade de Santiago, Emilio Grandío, y el historiador ferrolano Eliseo Fernández, revelaron que al menos 29 republicanos fueron enterrados en el camposanto de Vilarraso pero solo se consiguió identificar a nueve. Entre ellos se encontraban Mercedes Romero Abella, profesora del barrio coruñés de Monelos y viuda del sindicalista de UGT en A Coruña Francisco Mazariegos -también asesinado-; Cesáreo Méndez Vázquez, sindicalista de la CNT en A Coruña; o Florentino Rodríguez Palacios, alcalde socialista del ayuntamiento asturiano de Aller.

Esta fosa es la que cuenta con más represaliados de la comunidad gallega debido a ser "un lugar de paso" y a la proximidad del municipio de Aranga a los lugares en los que eran paseados durante la Guerra Civil. Pero pese a que por número este enclave es el que tiene más cadáveres de fusilados tras el alzamiento militar de 1936, otras localidades limítrofes como Costa da Sal, Ponte da Castellana o la curva da Rebórica convirtieron a Aranga en punto de enterramiento masivo de víctimas del franquismo asesinadas en otros municipios e incluso en otras autonomías. Por eso, los historiadores, en base a expedientes policiales y causas militares, calculan que en este municipio coruñés están enterrados al menos 80 paseados de otras zonas.