El Parlamento de Galicia no sancionará al diputado del BNG, Luís Bará, que en la sesión plenaria del pasado miércoles rompió una fotografía del Rey Felipe VI durante su intervención en la tribuna. Sin embargo, fue advertido por su "comportamiento impropio". A instancias del presidente de la Cámara, el popular Miguel Santalices, los servicios jurídicos del Parlamento elaboraron un informe sobre la conducta del parlamentario nacionalista, que con este gesto quiso denunciar la Ley Mordaza y la falta de libertad de expresión. El documento de los letrados, sin embargo, concluye que, una vez finalizado el debate, la Mesa del Parlamento y su presidente carecen de competencias sancionadoras, económicas o de derechos parlamentarios sobre el diputado. Bará, por su parte, se reafirma y asegura que "lo haría de nuevo".

A pesar de que no será sancionado, la Mesa del Parlamento advierte de que su comportamiento es "un claro incumplimiento" de su deber como parlamentario.

"La destrucción de la imagen fotográfica del jefe del Estado en una sesión parlamentaria es una conducta digna de reproche en sede parlamentaria e impropia de un miembro de esta Cámara", señalan desde la Mesa del Legislativo, que reprenderá al diputado por escrito.

A Bará la decisión adoptada por la Cámara le parece "correcta". Y se mostró "convencido" de haber roto la foto del Rey en la tribuna parlamentaria. De hecho, añadió que lo haría de nuevo. En su opinión, el PP intentó darle "un escarmiento" porque su gesto tuvo una gran difusión. "No me van a amedrentar", señaló. La viceportavoz del Bloque, Olaia Rodil, cree que el parlamentario nacionalista actuó con "normalidad" y recordó que ya no fue apercibido por el vicepresidente primero, Diego Calvo, que, en ese momento, dirigía la sesión.

En Marea, a través de su viceportavoz Antón Sánchez, mostró su apoyo a Bará. "Estaba haciendo una defensa de la libertad de expresión frente a los ataques por parte del Estado", señaló. "La Cámara debe ser un espacio libre de censura", añadió.

Sin embargo, el portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, defiende la libertad de expresión pero bajo "los límites del respeto, el decoro y la dignidad". Y confía en que "no se repitan conductas de este tipo en el futuro".

El más crítico fue el portavoz parlamentario del PP gallego, Pedro Puy, que tildó la conducta de Bará de "ofensa gratuita a la jefatura del Estado y a todos los que acreditan la Constitución". Dejó claro que en la Cámara "no son admisibles comportamientos contrarios al Reglamento" y tildó de "inapropiada" la conducta del diputado nacionalista.