Con una tasa de alcohol tres veces por encima de lo permitido, la ITV caducada y acompañada por su hijo menor de edad. En estas condiciones fue interceptada una conductora en Vilagarcía durante un control rutinario de la Guardia Civil de Tráfico en Vilagarcía este lunes, en un día en el que los termómetros rozaban los 30 grados. Lejos de asumir el riesgo que supone ponerse al volante tras haber consumido alcohol, la infractora se escudó en las altas temperaturas para justificar su estado. Tras haber arrojado un resultado en la prueba de alcoholemia de 0,9 miligramos por aire espirado, que repetida a los diez minutos se mantenía en 0,87 -el triple de la tasa permitida y por encima de 0,6 mg/l que constituye delito-, la mujer le replicó a los agentes que la situación "no era para tanto". "Me podíais dejar continuar, no es para tanto, hace mucho calor y me tomé unas cervezas mientras que esperaba a que saliera el niño del colegio para refrescarme un poco", les dijo.

Desde la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico advierten de que las condiciones meteorológicas "no justifican en ningún caso tal ingesta de alcohol" si se tiene pensado conducir.

Las diligencias instruidas contra la conductora por un delito contra la seguridad vial fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción de guardia de Pontevedra. Los hechos también se pondrán en conocimiento de la Fiscalía de Menores.

Y por el fuerte aguacero, una conductora en Melide se vio sorprendida en un control de alcohemia en el que dio positivo. La mujer se quejó, detalla el Instituto Armado, de que los agentes hicieran controles pese al mal tiempo ya que ella pensaba que no había por la tromba de agua que caía en la zona.