La Policía Autonómica culminó el mes pasado la operación Vendaval contra el furtivismo, en la que resultaron detenidas o investigadas 29 personas acusadas de supuestos delitos de furtivismo y receptación. Según informó ayer la Xunta, los agentes también decomisaron durante los controles 200 kilos de percebe que había sido extraído de forma irregular y un vehículo que los mariscadores ilegales utilizaban para transportar el producto.

El dispositivo se desarrolló en la zona del poblado de O Portiño, en A Coruña, en la costa próxima a esta zona y en la lonja coruñesa. La investigación, que arrancó en agosto de 2017 y finalizó el mes pasado, contó con la colaboración de la subdirección general del Servizo de Gardacostas de Galicia.

Los agentes del Grupo de Resposta Policial (Erpol) de la Policía Autonómica de Santiago interceptaron a varias personas cuando extraían percebe en la isla de Vendaval hasta, según la Xunta, "casi esquilmar el producto". Los mariscadores carecían del permiso necesario para realizar la actividad y no respetaban las zonas vedadas, el tamaño mínimo del recurso para su recogida ni las cantidades máximas diarias establecidas para garantizar su sostenibilidad.

Los investigados, una vez extraían el percebe, lo transportaban para su venta. Los consumidores adquirían el producto de forma directa o bien tras la reventa de particulares ya que, según informó el Gobierno autonómico, el recurso era demandado por algunos establecimientos hosteleros de la ciudad. Además, los mariscadores acusados de furtivismo consiguieron introducir el marisco en el centro en la lonja coruñesa, donde lograban incluirlo de forma ilícita en el circuito de venta legal para su comercialización normal.

Los agentes, tras ocho meses de investigación, tramitaron las diligencias a los juzgados de A Coruña para que sigan el procedimiento habitual. El furtivismo está tipificado como delito en el Código Penal desde 2015 y los acusados podrían enfrentarse a penas de cárcel por la actividad desarrollada.