Preguntado por el rechazo del Concello de Ribeira, donde gobierna el PP, al proyecto para volver a explotar la vieja mina de Touro, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, defendió ayer que "cada administración, legítimamente, puede tomar la postura que considere conveniente".

"Con independencia de su color política. Si viéramos esto como colores políticos creo que nos estaríamos equivocando", destacó el número dos del Gobierno gallego en la comparecencia posterior al Consello de la Xunta, en ausencia del titular del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, de viaje oficial en México.

Por parte del Gobierno gallego, el vicepresidente destacó que "tiene que tramitar una autorización", la que ha solicitado la empresa, "y si se cumple la tramitará y autorizará y si no se cumple no lo hará".

"Lo que hagan otras administraciones respecto a sus pronunciamientos le corresponde a otras administraciones", ha añadido.

Sobre la crítica de colectivos y la denuncia presentada ante el Valedor do Pobo, Alfonso Rueda ha comprometido "absoluta transparencia y absoluta legalidad". "Que a nadie le quepa la más mínima duda", concluyó.