Tras más de un año amarrado a puerto, el flotel encargado por la petrolera Pemex a los astilleros de Navantia en Ferrolterra partió ayer por la mañana rumbo a México. El buque, que ya fue recepcionado por la empresa petrolera en febrero de 2017, espera poder comenzar a operar como un hotel flotante para dar servicio a los operarios de plataformas petrolíferas. Por el momento, Pemex no ha encontrado comprador.