Ni las reducciones fiscales ni las multas surten efecto entre los propietarios que alquilan en negro su vivienda. A la Agencia Tributaria le basta un simple recibo de la luz para poner bajo la lupa al propietario de un inmueble: un consumo disparado para un piso que se supone vacío hace saltar las alarmas y deriva en la apertura de una investigación. Desde 2012, el plan de lucha contra el fraude fiscal de Hacienda endureció la vigilancia con nuevas herramientas para destapar miles de arrendamientos fraudulentos. En Galicia, uno de cada cuatro alquileres de viviendas se escapa del control del fisco, según cálculos del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) a partir de las estadísticas del IRPF y de los censos de población y viviendas. De los casi 121.000 pisos alquilados en la comunidad gallegacasi 121.000 pisos alquilados, casi 25.800 (21,3% del total) se pagan en negro. Los ingresos que generan estos arrendamientos fraudulentos en Galicia alcanzan los 73 millones de euros en un año, un volumen que se escapa del control de la Agencia Tributaria.

Este balance, según precisa el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, solo hace referencia a casas ocupadas como primera residencia, por lo que no se incluyen los alquileres de pisos turísticospisos turísticos. En el caso de Galicia, son más de 5.000 las viviendas vacacionales dadas de alta en el registro autonómico -1.795 de la provincia de A Coruña, 635 en Lugo, casi 120 en Ourense y más de 2.500 en Pontevedra-. "Se supone que los propietarios de estos inmuebles regularizados rinden cuentas con la Agencia Tributaria", apunta Mollinedo. El volumen de la oferta real de este tipo de alojamientos es una incógnita, pero desde la Asociación de viviendas turísticas de Galicia (Aviturga), su presidenta, Dulcinea Aguín, advertía en una reciente entrevista con este periódico de que "o la Xunta exageró la oferta de pisos turísticos [al estimar que había unos 48.000] o solo se regularizaron el 10%".

El volumen de viviendas alquiladas como residencia en Galicia sin declarar suponen casi el 3% de toda España. En el conjunto del país, son más de 941.000 los alquileres sumergidos, cuyos ingresos que se escapan del control del fisco superan los 3.600 millones anuales, según estimaciones de los técnicos de Gestha. El porcentaje de alquileres en negro en el conjunto nacional es muy superior al detectado en la comunidad: casi un 40% de arrendamientos fraudulentos de media en España frente al 21,3% en Galicia, lo que supone casi la mitad en la comunidad.

Las visitas de los inspectores de Hacienda a los inmuebles sospechosos y el rastreo de páginas web para destapar posibles arrendamientos en negro hizo caer el número de contribuyentes que no declaran el alquiler de sus viviendas. En los dos últimos años, tanto en el conjunto del país como en la comunidad gallega se ha reducido la bolsa de alquileres en negro. En 2016 el volumen de pisos sin declarar a Hacienda en España superaba el millón y suponía el 41,4% del total de arrendamientos, mientras que en la actualidad no llegan a 942.000 los alquileres sumergidos, 2,8 puntos menos que entonces. La caída en Galicia es superior, casi cuatro puntos menos que el balance de hace dos años: entonces eran más de 30.000 los propietarios que no declaraban sus alquileres, el 25% del total de arrendamientos en la comunidad.

Desde Gestha advierten de que la existencia de viviendas ocupadas deja un rastro "fácil" de seguir: desde los recibos de la luz y del agua, hasta los portales inmobiliarios en los que se anuncian los arrendamientos. Por tercer año, la Agencia Tributaria apercibirá a los propietarios que anuncian sus viviendas en internet para que rindan cuentas con el fisco. En 2016, el primer año en que se remitieron estas cartas para la regularización de alquileres, fueron 21.500 los contribuyentes en toda España bajo la lupa de Hacienda -casi un millar en Galicia-. Los rastreos en internet, el cotejo de datos con otras administraciones y empresas y las pesquisas de los inspectores en las propias viviendas multiplicaron por seis el número de contribuyentes sometidos a seguimiento durante la campaña de la renta del año pasado: 135.000 en el conjunto del país, de los que -de mantenerse el porcentaje del ejercicio anterior- unos 5.700 proceden de viviendas arrendadas online en Galicia.

PERFILES Y CONSECUENCIAS

¿Quiénes están en el punto de mira de Hacienda? Los dos perfiles más comunes que se escapan del control de la Agencia Tributaria son jubilados que alquilan su segunda residencia en negro para completar su pensión y también propietarios que compraron su vivienda durante el boom inmobiliario pensando que iba a tener una revalorización y ahora alquilan para pagar su hipoteca con ese arrendamiento sumergido.

Aunque la Agencia Tributaria no pueda demostrar un arrendamiento sumergido siempre puede poner en el punto de mira al contribuyente por un incremento patrimonial no justificado. Y si detecta un alquiler en negro, además de enviar al afectado una propuesta de liquidación, conocida como paralela, se impone una sanción -de entre el 50% y el 150% de la cuota que ha dejado de ingresar a Hacienda- ya que se considera una falta grave la ocultación del contrato que no se ha declarado. Además, el propietario pierde el beneficio fiscal ya que no podrá aplicarse la reducción del 60% aplicable sobre los rendimientos obtenidos.