En solo cuatro meses, las administraciones sacaron a concurso en Galicia contratos de obra pública por un importe de 292,7 millones de euros, casi la mitad que el volumen licitado en todo 2017 y un 166% más -es decir casi el triple- que el alcanzado el mismo periodo del año pasado.

El 9 de marzo fue la fecha clave. Ese día marcó un antes y un después para el sector público con la entrada en vigor de la nueva Ley de Contratos que elimina la posibilidad de contratación sin publicidad, establece la obligación de la factura electrónica y la posibilidad de pago directo de la Administración a los subcontratistas. El endurecimiento de los requisitos sacó del cajón de la Xunta, el Gobierno central, los concellos y las diputaciones cientos de contratos. El balance de obra pública en el arranque del año se presenta por tanto "distorsionado" ya que en los próximos meses, según advierten desde la Federación Gallega de la Construcción, no habrá un crecimiento tan elevado en las licitaciones al adelantarse al primer trimestre para esquivar la nueva normativa.

Aunque el factor determinante en el repunte de la obra pública en Galicia durante el primer cuatrimestre es la entrada en vigor de la Ley de Contratos, también influye la mejora de la situación económica que ha permitido a las distintas administraciones inyectar más fondos a sus presupuestos, así como el tirón que experimenta el sector de la construcción cada vez que se acerca una cita con las urnas. La próxima, las elecciones municipales del próximo año, que vendrán también marcadas por la reinversión del superávit de los ayuntamientos, aprobada en Consejo de Ministros a finales del pasado mes de marzo. Antes de que Hacienda diera luz verde al gasto de los ahorros municipales, el bloqueo al remanente de los concellos superaba los 480 millones de remanente.

Tendencia

Tendencia

El grueso de las licitaciones de obra pública entre enero y abril procede de contratos de la Xunta, con más de 106 millones de euros sacados a concurso. O lo que es lo mismo, uno de cada tres euros inyectados en el primer cuatrimestre al sector del ladrillo en Galicia procede la administración autonómica. El volumen inversor del Ejecutivo gallego supone un 143% más que los casi 43,6 millones del mismo periodo del ejercicio anterior, según datos de la Federación Gallega de la Construcción.

Los concellos también permitieron a las constructoras meter un buen bocado a la tarta de obra pública en el arranque del año: más de 94 millones, casi cuatro veces más que en el primer cuatrimestre de 2017. Aunque con un volumen inversor mucho más bajo, el Estado es la administración que más aumentó el importe de sus contratos entre enero y abril en la comunidad: más de 62 millones, seis veces más que los 11,6 millones del año pasado.

Provincias

Por provincias, A Coruña engulle el trozo más grandes del pastel de la obra pública sacada a concurso en los primeros cuatro meses del año. Más de 133 millones de euros se dejaron las administraciones en contratos para la provincia coruñesa, el 45,46% del total en la comunidad y casi el triple que el mismo periodo del año pasado -entonces la licitación se quedó en 47,7 millones-.

Le sigue en el ranking, la obra licitada en Pontevedra, con 98,8 millones -casi el 34% de toda Galicia y un 162% más que hace un año-. Con un volumen inversor mucho más bajo cierran la tabla de contratos públicos en Ourense (36,12 millones, cuatro veces más que el año pasado) y en Lugo (24,7 millones, lo que supone un aumento del 50%).

Concellos

En los ayuntamientos también se ha disparado en el arranque del año la licitación de obra pública. Diez concellos superan el millón de euros. A la cabeza de los contratos sacados a concurso en estos primeros meses se coloca Vigo, con casi 28 millones -muy por encima de los apenas 640.000 euros de hace un año-. Le sigue en el podium Pontevedra (13,7 millones) y, a gran distancia, A Coruña (5,2), Santiago (4,5) y Arteixo (2).