Fomento y Audasa decidieron hace una semana reunirse para buscar soluciones. Un día antes de ese encuentro desde el ministerio se señaló que una de las alternativas que se iba a poner sobre la mesa era levantar las barreras de peaje durante los embotellamientos. Lo único que salió de la reunión, sin embargo, fue un compromiso tibio por parte de Fomento, que a través de un comunicado se comprometió a "intensificar la inspección de la autopista en el área metropolitana" mientras duren las obras que desde febrero obligan a cortar carriles en Rande. Sobre el levantamiento de las barreras, el departamento de Íñigo de la Serna solo avanzaba que, "en situaciones excepcionales", "en casos muy concretos" y "tras el pertinente análisis de situación", estudiaría esa posibilidad.

Una semana después de ese comunicado Fomento y Audasa han tenido varias oportunidades de aplicar la medida. En los últimos días las obras en el puente han provocado frecuentes colapsos que obligan a los conductores a circular por la autopista pisando el freno y a velocidades más propias de carretera nacional. El martes los conductores de la comarca incluso padecieron de forma simultánea retenciones en la A-55, la AP-9 y el entronque de la A-57 con la VG-20, lo que les exigió tirar de paciencia al volante.

Redes sociales y medios se hicieron eco de esos embotellamientos. No hace falta recurrir a ellos sin embargo para tener constancia de los colapsos en la AP-9. La propia Dirección General de Tráfico (DGT) advertía el jueves en su perfil oficial de Twitter de que la autopista tenía un aviso amarillo por retenciones a la altura de los puntos kilométricos 157,5-159 -en el entorno del aeropuerto- en sentido decreciente. A pesar de esa situación, y de que Fomento se había comprometido solo una semana antes a "intensificar la inspección de la autopista", las barreras de peaje de la AP-9 siguieron en su posición habitual. Asociaciones de conductores, empresarios y transportistas insisten desde hace tiempo en que los conductores que pagan por circular por la AP-9 tiene derecho a recibir las prestaciones de una autopista. La Valedora do Pobo ha reconocido que ve "lógico" que cuando el usuario no recibe el servicio que contrata esa circunstancia deba de repercutirse en la tarifa.