La calidad de las aguas de baño ha mejorado en los últimos años y así lo demuestran los controles anuales que se aplican en base a la directiva de la Unión Europea (UE). En el informe referente a 2017 la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) recoge analizó 2.219 zonas de baño en España, de las que 38 no cumplen los criterios de calidad, una menos que el año pasado. De ellas, una docena -la tercera parte del total- se encuentran en Galicia. La cifra se ha reducido en un 43% respecto a las 21 zonas que recibieron suspenso en 2016 y sigue la tendencia descendente.

Si en 2014 eran 41 los puntos negros donde la UE recomendaba prohibir el baño porque el agua no es apta, al año siguiente bajaron a 33 (un 29% menos), en 2016 a 21 (un 36% menos) y el año pasado se produjo el descenso más pronunciado.

Entre las zonas de baño gallegas analizadas que no cumplen con los estándares de la Unión Europea se incluyen cinco playas y siete ríos. Destacan tres arenales coruñeses -Estorde, en Cee; A Virxe do Camiño, en Muros; y A Concha, en Ortigueira- a los que se unen la playas de Lores y Agrelo, ubicadas en los ayuntamientos pontevedreses de Meis y Bueu respectivamente.

En cuanto a los ríos presentan datos deficientes tres que pasan por la provincia coruñesa: el Furelos a su paso por Melide, el Tambre en Brión y el Rois en el municipio del mismo nombre. El resto corresponden a la provincia de Lugo con el río Neira a su paso por el municipio de Baralla, el Chamoso por O Corgo y el de Parga por Guitiriz, además del de Limia, en el ayuntamiento ourensano de Baltar.

En el caso de A Coruña, los seis puntos negros de en 2017 ya no estaban declarados aptos el ejercicio anterior. Pero desaparecen de la lista siete zonas de baño: las playas de Delicias y Gandarío (Sada), Arnela y Arnados (Carballo), Testal (Noia) y Lires (Cee) y el río Eume de As Pontes.