Galicia repetirá como región en transición en el nuevo período comunitario 2021-2027, lo que le permitirá acceder a más ayudas que si fuera considerada ya región desarrollada, aunque menos que si fuese clasificada como región menos desarrollada. Al ser su renta un 82% con respecto a la media europea, se mantiene como región en transición, categoría a la que pertenecen los territorios que tienen un PIB que oscila entre el 75% y el 100% del PIB de la media comunitaria. Junto a Galicia, hay otras siete comunidades en el grupo: Asturias Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares.

Hasta ahora la horquilla para una región en transición era de entre el 75% y el 90% de la media, y ahora se amplía del 75 al 100%.

La propuesta de Política de Cohesión Europea, presentada ayer en Bruselas, por la comisaria de Política Regional, Corina Cretu, fija que España recibirá 34.004 millones de euros, un 5% más que en el marco 2014-2020. Aunque el presupuesto global cae un 5%, la partida destinada a España crece y supone un 10% de los fondos a repartir.

El Ejecutivo comunitario presentó ayer los nuevos criterios para repartir los Fondos Estructurales y Regionales (200.629 millones para el conjunto de la UE), el Fondo de Cohesión (41.349 millones) y el Fondo Social Europeo (88.646 millones). Las partidas concretas que se llevará cada autonomía todavía no se conocen.

Hasta ahora estas ayudas destinadas a las regiones menos desarrolladas se otorgaban en función del PIB. A partir de 2021, se tendrán también en cuenta nuevos criterios ligados la tasa de paro, en particular el juvenil, la recepción e integración de inmigrantes, el cambio climático y el bajo nivel educativo. No consta uno de los criterios que demanda la Xunta, la despoblación.

Valoraciones gallegas

El eurodiputado popular Francisco Millán Mon, tras un primer análisis de la propuesta de la Comisión, apuntó que "España y Galicia van por la buena dirección" porque el país recibirá más fondos de cohesión y porque se mantiene la categoría de región en transición, nivel en el que entra Galicia. Para Millán Mon, la única decepción es que como nuevo criterio para repartir los fondos no se incluye "el despoblamiento".

El eurodiputado socialista José Blanco, desde la cautela, pues aún se desconoce cómo va a quedar Galicia, entiende que la Xunta "debe ser proactiva" a la hora de exigir que el Gobierno de España pelee por más fondos y unos criterios de asignación que aseguren que la comunidad gallega cuente con fondos imprescindibles para afrontar desafíos como el envejecimiento, la despoblación, la transición hacia una economía basada en la innovación y la lucha contra el cambio climático".

La eurodiputada del BNG Ana Miranda es la más crítica con la nueva política de cohesión. Primero "tiene sus dudas" de que Galicia continúe como región en transición, pues es una categoría a la que solo se puede permanecer durante un periodo. Si así fuese y Galicia pasase a ser considerada región desarrollada optaría a menos fondos. También cuestiona que en los criterios de reparto no se incluya la despoblación, y rechaza "el mayor control" que los Gobiernos centrales van a tener sobre los fondos de cohesión, ahora gestionados por las comunidades. Además lamenta que su entrega se condicione a que los países cumplen con los objetivos de déficit. Pese a que España recibirá más presupuesto, duda que Galicia se vea beneficiada, pues en el nuevo periodo, la política de cohesión incluye programas sociales para Inmigración y Asilo, y Galicia, de entrada, no sería potencial beneficiaria. "El lobby de Feijóo fue insuficiente", afirmó.