La Consellería de Medio Rural destinará 3,2 millones de euros para subvencionar la compra o adquirir directamente un total de 35 tractores que permitan a los concellos desbrozar sus montes y actuar de forma subsidiaria en el caso de los propietarios que no cumplan su obligación de limpiar de maleza sus terrenos. Con esta cifra, son 70 las maquinarias subvencionadas por la Xunta en dos años de las que se beneficiarán 81 entidades locales, entre municipios y mancomunidades. Quince de ellos irán a parar a las delegaciones provinciales de la Xunta y, de ahí, a los concellos.

El Consello de la Xunta analizó un informe sobre esta medida y permitió al presidente Alberto Núñez Feijóo destacar las medidas de apoyo de su Ejecutivo a los ayuntamientos el mismo día en que finalizó el plazo para que administraciones y particulares tengan limpias de biomasa las franjas de seguridad, los entornos de las vías de circulación y viviendas.

Este año se recortó un mes el plazo para cumplir con las obligaciones impuestas por la ley de 2007, que concedía tiempo hasta el fin de junio. El motivo fue la ola de incendios del pasado octubre, que arrasó casi 50.000 hectáreas en un fin de semana y causó la muerte de cuatro personas.

Desde hoy, los concellos pueden notificar los incumplimientos a los dueños, que, si no actúan, se exponen a que sea el consistorio el que limpie su finca y luego le pase la factura, además de una multa, que aplica la Xunta. "Nuestro interés no es recaudatorio. Primero se apercibirá al propietario. Solo después de un incumplimiento sistemático, se abrirá expediente sancionador", explicó. Entre 2012 y el año pasado, Medio Rural multó a 1.473 dueños tras advertir a 5.115. La media del castigo fue de 187 euros.

Desde la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), su presidente, Alfredo García, advertía el mes pasado en una entrevista a este periódico de que resultaría "imposible" tener el monte limpio para el 31 de mayo ya que es una tarea compleja que llevará "de dos a tres años". Lo más complicado, insistió, no es desbrozar el monte, sino determinar qué parcelas tienen dueño y cuáles no, lo que obligará a los ayuntamientos a abrir miles y miles de expedientes. " El monte no estará limpio para este verano porque, según calculamos, no podremos hacer cumplir esa exigencia a los miles de propietarios que hay que identificar", daba por hecho el presidente de la Fegamp.