Interruptores, mandos a distancia e incluso imanes. Son algunos de los mecanismos interceptados durante los controles en carretera al sector del transporte y que no solo permiten alternar la señal del tacógrafo analógico que registra los datos de horas de conducción, descanso, velocidad y kilómetros recorridos, sino también el digital -obligatorio desde 2006 y que imprime toda esa información en papel-. El imán, colocado entre la caja de cambios y el tacógrafo, distorsiona el campo magnético del sensor de movimiento del dispositivo para que interprete que el camión está parado. Por este tipo de infracciones se abren cada vez más expedientes sancionadores en Galicia. El refuerzo de la vigilancia en carretera y los controles dinámicos de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico dejan un balance récord en la red viaria gallega: hasta un total de 11.328 transportistas denunciados en 2017, un 8% más que el ejercicio anterior. O lo que es lo mismo, una media de 31 expedientes abiertos cada día al sector del transporte en Galicia, según datos de la Consellería de Infraestruturas.

El grueso de las infracciones destapadas el año pasado a camioneros o conductores de autobús son por incumplir los tiempos de conducción y descanso. Casi el 40% del total de las infracciones sancionadas son por pasar más horas de las permitidas al volante.

La práctica totalidad de los expedientes sancionadores sometidos a escrutinio de los inspectores de la Consellería de Infraestruturas se salda con la imposición de una multa económica. Aunque en un mínimo porcentaje de casos se terminan aceptando las alegaciones del transportista y no se impone sanción alguna.

Efecto sorpresa

En el último año ha variado la inspección del sector transportes. Detrás de este repunte en las infracciones detectadas en el sector del transporte está el mayor dinamismo en los dispositivos organizados por la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico, como los practicados para los controles de alcohol y drogas. El efecto sorpresa, en consecuencia, se ha traducido en una mayor detección del fraude. Con cada campaña puesta en marcha, el objetivo que se proponen Xunta y autoridades de Tráfico es frenar la competencia desleal en el sector y mejorar la seguridad vial.

Junto con la velocidad, la fatiga es la principal causa de los accidentes en los que se ven involucrados los profesionales del transporte. Uno de los remedios para combatir el cansancio al volante es respetar los tiempos de conducción -no más de 9 horas diarias y 56 horas semanales, con una parada obligatoria de al menos 45 minutos cada 4 horas y media-. Pero todavía son muchos los que se saltan las horas de descanso para terminar cuanto antes la ruta. Solo en las carreteras gallegas, cada día son interceptados una media de 12 expedientes transportistas por no respetar los tiempos de descanso.

Tras el incumplimiento de los tiempos de conducción, la infracción que más se repite en el sector es la relacionada con el empleo del tacógrafo. Bien por carencia, mal funcionamiento o manipulación la Xunta resolvió el año pasado más de 1.800 expedientes (el 16% del total). Y por exceso de peso en el transporte de mercancías las infracciones detectadas alcanzan el 13% -casi 1.500-. Las inspecciones de la Xunta al sector del transporte el año pasado derivaron en multas que sumaron más de 4,4 millones de euros, según el balance del departamento que dirige Ethel Vázquez. La cuantía de las sanciones es amplio, de los 10 euros para las infracciones más leves hasta 6.000 euros para las irregularidades más graves.

El abanico de incumplimientos detectados es muy amplio. Son infracciones leves, por ejemplo, no llevar a bordo la autorización, emplear hojas de registro estropeadas o manchadas o la inexistencia de rótulos. El año pasado se detectaron 5.786 irregularidades de este tipo -el 51% del total y un 13,3% más que las infracciones de carácter leve resueltas un año atrás (5.106)-.

Otros 3.235 expedientes son por infracciones graves, como no consignar todos los datos en las hojas de registro o transportar productos alimentarios sin certificado de conformidad del vehículo. En el último año este tipo de irregularidades se mantienen en similares cifras con un ligero repunte del 0,8% y representan un casi un 30% de los expedientes sancionadores resueltos.

En cuanto a las conductos muy graves al volante, al aumento en 2017 fue del 4%, al pasar de 2.219 en 2016 a un total de 2.307 el ejercicio pasado. En esta catearía entran los camiones que circulan sin autorización, que no llevan a bordo las hojas de registro de los últimos 28 días o que no llevan insertada la tarjeta del tacógrafo.