La inusitada actividad sísmica en Galicia se mantiene, aunque con un carácter tan leve que es casi imperceptible para la población. Al "enjambre sísmico" que causó 32 terremotos en apenas doce horas a mediados del pasado mes de mayo le sucedieron pequeñas réplicas que se concentraron en el área de Ponte Caldelas. Este fin de semana, Galicia sumó cinco terremotos que afectaron a las cuatro provincias. Ninguno de los temblores ocasionó daños materiales ni personales.

El de mayor magnitud se produjo el sábado en el municipio de Pontevedra, con 2,9 grados en la escala de Richter.

Según los datos publicados por el Instituto Geográfico Nacional, a la una de la madrugada del viernes se registró un seísmo de 2,2 grados en la escala de Richter en la población coruñesa de Viaño Pequeno, perteneciente al concello de Trazo, que tuvo lugar a unos 12 kilómetros de profundidad.

Posteriormente, a las 05.16 horas de ese mismo día se registró un terremoto de 1,9 grados en la escala de Richter en la localidad ourensana de Ramirás, a unos 22 kilómetros de profundidad.

Unas dos horas después, pasado unos minutos de las siete de la mañana del viernes, la localidad pontevedresa de O Rial fue escenario de un nuevo seísmo con 2,8 grados de magnitud.

Carballo

Mientras, a las 14.05 horas en San Roque, en las proximidades del municipio coruñés de Carballo, hubo un terremoto de 2,6 grados de magnitud, registrado a 40 kilómetros de profundidad.

Al día siguiente, el sábado de madrugada -cerca de las cuatro- tuvo lugar otro terremoto a 22 kilómetros de profundidad en Pontevedra, de 2,9 grados en la escala de Richter, la mayor magnitud registrada en Galicia en esos días.

En la provincia de Lugo el Instituto Geográfico Nacional señala un terremoto a las 22.42 horas del sábado a 45 kilómetros de profundidad en el municipio de Baralla, de 1,7 grados de magnitud, informa Europa Press.