"No hay ningún congreso convocado de momento" y no hay "nada que decir ni nada que añadir". Así zanjaba ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, las preguntas de los periodistas que le esperaban a la salida del Pleno del Parlamento gallego en Santiago. Más tarde en Ourense, ante la insistencia de los medios de comunicación por saber si optará a la presidencia del PP, aseveró: "Cuando tenga algo que decir, lo diré". Y eso será a partir del lunes, ese día la Junta Directiva Nacional del PP pondrá fecha al XIX Congreso Nacional Extraordinario del PP, previsiblemene en la segunda mitad del mes de julio, y marcará los plazos para que se presenten los candidatos.

Entonces, a partir de ahí Feijóo despejará la incógnita, aunque en el PP gallego todos dan por hecho que dará un paso adelante. Justifican su silencio, porque no es el momento de enseñar sus cartas, porque está calibrando los apoyos que tiene y quiénes pueden ser sus rivales, y decidiendo que hará con la Xunta y el PP de la comunidad.

"Se irá a Madrid", sostiene sin dudarlo un miembro de la dirección gallega del partido, que incluso dibuja la puesta en escena más plausible: "después de que Génova marque la fecha el lunes, puede reunir a la Junta Directiva del PP gallego el sábado y ante la plana mayor del partido anunciar su candidatura".

"No llegó hasta aquí para ahora decir que no", contesta un miembro de su Gabinete, quien admite que todos estos años su jefe de filas se ha dejado querer como potencial delfín de Rajoy, y ha cuidado su imagen en la escena estatal como político llamado a responsabilidades más grandes.

Además defiende la disposición de Feijóo, pues es "el mejor posicionado" para ganar el congreso. Explica que Dolores de Cospedal está tocada y pendiente del juicio por la destrucción de los ordenadores de Bárcenas, un juicio en el que no está imputada, pero sí el PP por un delito de daños informáticos. La otra potencial competidora de Feijóo, Soraya Sáenz de Santamaría, "era muy poderosa hasta el viernes, ahora solo es una diputada rasa".

Dirigentes populares consultados por este diario no albergan dudas. "Es la hora de Feijóo y dará un paso adelante", pero esta certeza viene acompañada de unas cuantas incertidumbres. La inmediatez con que Mariano Rajoy decidió dar un paso atrás y activar el proceso de renovación en el PP pilló a Feijóo y su equipo desprevenido, y sin plan B. La posible marcha del presidente de la Xunta debería implicar, tarde o temprano, cambios en la Xunta y en el PP gallego. Cargos del PP sostienen que lo lógico sería que Feijóo, si gana el congreso, dejase la presidencia del Gobierno autonómico y del PP gallego para centrarse en el PP, pues "no tendrá ni dos años para preparar las elecciones generales, y las municipales y autonómicas están a la vuelta de la esquina".

Habría entonces que activar una sesión de investidura en el Parlamento y el nombre de su relevo es uno de los 41 diputados del PP gallego, pues en Galicia, a diferencia de Madrid, el presidente del Ejecutivo autonómico tiene que ser parlamentario. Alfonso Rueda, en calidad de vicepresidente, aparece como el mejor posicionado para relevarle ahora, pero no es el único nombre en las quinielas.

También habría que convocar un congreso extraordinario del PP gallego para elegir presidente. Eso sí, no tiene por qué ser inmediatamente y además legal y estatuariamente Feijóo puede compaginar la presidencia del PP con la del PP autonómico y la Xunta. Eso sí, no hay precedente de un caso así.

"Lo normal y sensato sería que quien le sustituya en la presidencia de la Xunta asuma el mando del PP en Galicia y luego también sea el candidato en los comicios de 2020, pues tendría dos años para rodarse y afianzares como líder del PP gallego y ante la opinión pública. ¿Para qué elegir ahora un sustituto y que luego sea otro el que deba lanzar su candidatura, sin la plataforma que supone la presidencia?", apunta un dirigente popular.

No es una opinión unánime ni mucho menos. Hay quienes mantienen que no hay que darse prisa, que Feijóo puede compatibilizar Xunta y PP durante unos meses, incluso hasta las elecciones municipales, y así cumplir su compromiso de completar su tercer mandato. También exponen que el Congreso gallego puede demorarse, y que en caso de relevo ya en el Ejecutivo autonómico, el elegido no tiene por qué ser luego el cabeza de cartel en 2020. Piden tiempo para no tomar decisiones precipitadas, pues en juego está no ceder terreno ante la oposición en un bastión tradicional del PP.

"Sería un error gravísimo que Feijóo quisiera andar a dos aguas, el PP está mal, muy desgastado, y exige dedicación completa. Feijóo debe irse a Madrid, puede ser nombrado senador por designación autonómica y luego portavoz del PP en el Senado, lo que al menos le daría una plataforma, un martes al mes, de protagonizar un cara a cara con Pedro Sánchez", observa, por el contrario, un cargo popular.

Los dos diputados por designación autonómica del PP son Juan Manuel Jiménez Moran y Fernando Carlos Rodríguez Pérez.

A nivel estatal, dirigentes del PP apuestan por llegar al congreso extraordinario con un candidato pactado para evitar guerras internas a menos de un año de varias citas electorales (andaluzas, europeas, autonómicas y municipales) y coinciden en que Feijóo parte "como favorito".