El nuevo Gobierno del socialista Pedro Sánchez pretende afrontar "de manera inmediata" una de las principales reformas que su antecesor, el popular Mariano Rajoy, no concretó en sus casi dos mandatos: la reforma de la financiación autonómica. Para ello, el actual jefe del Ejecutivo central recibirá "de manera inmediata" a todos los presidentes autonómicos para encarar una compleja negociación marcada también por el conflicto en Cataluña. Galicia se juega mucho en esta reforma y la Xunta ya se ha posicionado sumando a sus reclamaciones a otras cinco autonomías -Asturias, Aragón y Castilla y León, Castilla-La Mancha, a falta de que selle su unión La Rioja-. Todas comparten la necesidad de atender el sobrecoste que suponen factores como el envejecimiento o la dispersión. Esta última, por ejemplo, provoca que el transporte escolar en la comunidad gallega cueste el triple que la media estatal.

El anuncio de las inminentes reuniones corrió a cargo de la vicepresidenta, Carmen Calvo, que no concretó las propuestas del Ejecutivo para retomar una reforma ya pendiente desde 2014, año en el que caducó el actual sistema aprobado por el Ejecutivo de Zapatero. El Gobierno del PP fue aplazando su renovación, pero ya contaba con una propuesta del comité de expertos al que encargó su análisis.

El debate es tanto técnico como político. En juego, el dinero para pagar los servicios públicos, pero también el posicionamiento de Pedro Sánchez ante Cataluña y sus propios barones o la beligerancia que mostrará Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta y el nombre que más se pronuncia como favorito para suceder a Rajoy al frente del PP nacional.

'Lobby' del norte

Galicia logró unir a su bando a una comunidad popular, Castilla y León, y a dos socialistas, Aragón y Asturias, frente al que se adhirieron Castilla-La Mancha y La Rioja, aunque esta última todavía no concretó su pacto. Todas preveían reunirse el lunes pasado, pero la moción de censura alteró la situación política y ese día las miradas se centraron en la reunión del PP en que Rajoy anunció su retirada.

Con sus socios en el lobby del norte, el frente impulsado por Galicia ya representa el 19,3% del PIB español. Los seis territorios suman 224.863 millones de euros, frente a los 219.976 millones de Madrid, los 223.139 millones de Cataluña, los 155.213 millones de Andalucía o los 108.781 millones de Valencia.

También suponen el 21,1% del censo. Más de 9,8 millones de ciudadanos y electores. Andalucía, la comunidad más poblada, tiene un censo de 8,4 millones, Cataluña, de 7,4 millones, Madrid, de 6,4 millones y la Comunidad Valenciana, de 4,9 millones.

Este lobby del norte también rechazó ante el Gobierno de Rajoy cualquier prebenda hacia Cataluña, postura que ayer reiteró el socialista Emiliano García-Page, titular de la Junta de Castilla-La Mancha. El asturiano Javier Fernández urgió la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) precisamente para abordar la reforma, intención que tenía Rajoy antes de perder la Presidencia.

En Galicia, el PP exigió al Gobierno incluir la demanda del citado frente autonómico para que la financiación de las comunidades esté vinculada al "coste efectivo de la prestación de servicios de cada uno de los territorios".