La avispilla del castaño ha colonizado casi por completo Galicia. La plaga, detectada en 2014 en dos focos principales -Ourense y Lugo-, ya se ha extendido a casi el 90% de las plantaciones de la comunidad gallega, la primera en producción de castañas de España con más de 200 toneladas anuales que suponen unos ingresos que superan los 100 millones de euros. Para tratar de combatir el depredador que amenaza la campaña de este año, tras la ruina de las dos anteriores -primero por las granizadas y luego por las heladas y la sequía-, la Consellería de Medio Rural ha reforzado la lucha biológica contra el insecto en Ourense, la principal zona productora de castaña de Galicia. En lo que va de año, el departamento dirigido por Ángeles Vázquez liberó en los soutos ourensanos casi 7.800 viales del parásito Torymus Sinensis -unos 275.000 ejemplares-, el triple de los 2.390 que soltó en todo 2017.

En el conjunto de Galicia, hasta ahora se abrieron 19.000 viales y está previsto superar los 20.000, según avanzó ayer la conselleira durante su visita al concello ouresano de Riós acompañada por el director xeral de Ordenación Forestal, Tomás Fernández-Couto, y la delegada de la Xunta en Ourense, Marisol Díaz Mouteira.

Hasta ahora, el Ministerio de Agricultura había autorizado a cuentagotas las sueltas del insecto Torymus, que parasita las puestas de huevos de la avispilla. En 2015 tan solo se liberaron 1.500 ejemplares, pero en 2016 ya fueron 65.500 y el año pasado se alcanzaron los 133.000. Desde el pasado mes de marzo, los técnicos de Medio Rural hicieron un seguimiento semanal de los más de 9.000 puntos previstos y autorizados de suelta. Con este plan se busca liberar los parásitos en los momentos más adecuados para que haya más posibilidades de éxito, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas y el estado de las plantaciones.

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La conselleira destacó ayer que la lucha biológica mediante la liberación de este parásito es el sistema "más eficaz" para hacerle frente a los daños causados por la avispilla y por ello la Xunta ha reforzado el control para erradicar la plaga, cuya expansión desde que se detectaron los primeros positivos hace cuatro años fue meteóricas. A los 44 confirmados en 2014 en plantaciones de Lugo y Ourense, se pasó a los más de 4.100 al cierre del año pasado, cuando la avispilla entró en la gran zona productora de castaña: el oriente de la provincia de Ourense.