Multas y hasta 20 años de cárcel. Son las condenas que recoge el Código Penal para los delitos de incendios forestales. Para el nuevo comisario jefe de la Policía Autonómica, Fernando Pico, el actual catálogo de penas para los incendiarios es suficiente pero reconoce que juicios tardan en celebrarse y que esa demora a la hora de dictar sentencia debe acortarse. "Un juicio rápido es más útil para concienciar; poner una multa de 100 euros cuatro días después es más beneficioso que sancionar con 1.000 euros cuatro años después", citó como ejemplo en un encuentro para analizar los proyectos que se plantea al frente del cuerpo de Policía Nacional adscrito a Galicia. Y en el punto de mira, Pico, que accedió a su nuevo cargo hace un mes, puso las quemas de rastrojos: "Se están cometiendo imprudencias exageradas [en el rural] que no ocurren, por ejemplo, al volante".

El arma del delito y los testigos resultan claves para resolver cualquier delito. Pero en el caso de los incendios forestales, las llamas suelen borrar cualquier indicio que pueda probar la implicación del sospecho y los vecinos del lugar reducido a cenizas suelen guardar silencio. Las estadísticas de juicios celebrados en la comunidad dan cuenta de lo complicado que resulta sentar en el banquillo a los detenidos: solo el 7% de las investigaciones abiertas acaban en los tribunales. Cada año se abren de 200 a 300 procesos en Galicia por fuegos en los montesGalicia , pero apenas una treintena acaban en los juzgados.

Esta falta de pruebas concluyentes que permitan presentar ante un juez o un jurado una causa bien armada, las dudas e incluso el olvido que provoca el paso del tiempo en los testimonios de vecinos y del entorno del sospechoso dan al traste con cientos de investigaciones. Y es que salvo las causas por imprudencias -quemas de rastrojos-, que resultan sencillas ya que se resuelven con un juicio rápido, en los asuntos más complejos la resolución se demora de dos a cuatro años.

Ante esta situación, el comisario jefe de la Policía Autonómica llama a aumentar el "rechazo social" a los incendiarios y a la "colaboración ciudadana". "Tenemos que concienciarnos de que es un problema de todos: si alguien ve un robo, llama al 091; en caso de una sospecha de un incendiario debería ser lo mismo", sentencia Pico, quien llama a tratar a quienes plantan fuego en el monte "como otros delincuentes ordinarios". "Todavía no existe un rechazo semejante ante estos delitos al nivel de otro tipo de delincuentes", lamenta. "No se trata de acusar", matiza el comisario jefe, ya que serán los agentes de la Policía Autonómica quienes se encarguen de "investigar y comprobar".

La colaboración ciudadana, insiste, es fundamental para poner coto a los incendios en los montes de Galiciaincendios Galicia. "Conseguir pruebas es la parte más complicada", reconoce al tiempo que advierte de que esta dificultad general "desazón" al no poder "investigar y condenar" a un sospechoso por falta de pruebas.

La protección de las víctimas de violencia de género será otro de los ejes centrales en su hoja de ruta al frente de la Policía Autonómica. En la actualidad, el cuerpo da protección a entre 240 y 250, el máximo para el que tienen capacidad. "Nos gustaría tener más gente", admite Pico, aunque incide en que lo realmente importante es la formación de los equipos que se decidan a esta tarea y que están asignados de forma fija.

Entre otras funciones, el comisario jefe destacó la labor de lucha contra el furtivismo, con "equipos muy complejos", protección del medio ambiente, patrimonio, protección de menores o juego, entre otros, informa Europa Press.